1 de cada 7 internautas protege todas sus cuentas con la misma contraseña

Según datos de Kaspersky Lab, la proporción de usuarios que se sirven de una contraseña diferente para cada servicio online y se preocupan por su fortaleza es minoritaria. Se queda en el 38 %.

Al igual que una llave abre la puerta de un hogar, cuando hablamos del mundo físico, las contraseñas levantan una barrera que mantiene a terceros alejados de cuentas de carácter personal, en el momento en el que nos referimos a Internet.

Es por eso que los expertos en seguridad recomiendan extremar las precauciones a la hora de elegir una contraseña y asimismo, con el paso del tiempo, cuando ésta se va usando.

“Una contraseña segura diferente para cada cuenta es un elemento básico importante para proteger la identidad digital”, señala David Emm, investigador principal de seguridad en Kaspersky Lab.

“Desafortunadamente”, se lamenta Emm, “muchas personas no tienen una muy buena comprensión de la magnitud de las amenazas de Internet y no son lo suficientemente serias a la hora de proteger sus datos personales online, lo que aumenta significativamente el riesgo de perderlos”.

Son varios los estudios de Kaspersky Lab que certifican la dejadez de los internautas en esta área. O, cuanto menos, los que revelan que todavía queda trabajo por hacer para concienciarlos.

Por ejemplo, se sabe que prácticamente 1 de cada 7 usuarios blinda sus dominios online con una única contraseña. Y eso no es todo. Cerca de 1 de cada 8 se limita a aprovechar la misma contraseña de base con ciertas variaciones de un servicio a otro. Y más de una tercera parte elige una pequeña muestra de contraseñas para después aplicarlas a más cuentas de las que éstas pueden cubrir.

¿Qué quiere decir esto? Que, al final, la proporción de gente que se sirve de una contraseña diferente para cada una de sus cuentas y que, además, se preocupa por imprimir fortaleza en todas ellas se reduce a un 38 % del total. Son minoría.

No en vano, Kaspersky Lab alerta de que hay personas que no aplican las reglas básicas de construcción de contraseñas seguras. Ni emplean más de ocho caracteres, ni mezclan letras y números con símbolos, ni intercalan mayúsculas entre las minúsculas.

Más de la mitad de la gente, un 57 % de los usuarios, se arriesga a anotar sus contraseñas en lugares como un trozo de papel, sus propios dispositivos de acceso o el navegador. Tanto es así que el 36 % llega a confiar sin más en la función de los navegadores para recordar automáticamente las credenciales.

Un 27 % declara que no acumula datos confidenciales o sensibles en sus equipos. Pero un cercano 25 % ha caído víctima durante el último año de los hackers.