15 años después la FCC revisa los protocolos de seguridad de la telefonía móvil

Corría el año 1996 cuando la FCC estableció las líneas maestras relativas a la máxima cantidad de radiación proveniente de dispositivos de telefonía que podían recibir los usuarios sin peligro para su salud. El problema es que los estudios en los que se basó esa toma de decisiones se deben a estudios realizados en torno a 1980. Se hace pues necesario contar con datos provenientes de investigaciones más actuales.

En 2011, debido a la preocupación por cómo podría derivar en potenciales problemas de salud e incluso tener incidencia en el desarrollo de cáncer la Agencia para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud llevó a cabo diversos estudios, incluyendo en el listado de potenciales carcinógenos el uso de teléfonos móviles, en la misma categoría que el plomo, los gases de combustión de la gasolina o el cloroformo.

También el Instituto Nacional del Cáncer, dependiente del Instituto Nacional de la Salud estadounidense, cita algunos riesgos derivados del uso de la telefonía móvil aunque al mismo tiempo reconoce que los estudios efectuados en células de animales y humanos no han obtenido evidencias sobre que la radiación de los teléfonos móviles produzca cáncer.

En cualquier caso han pasado muchos años desde que la FCC estableció su normativa de seguridad de emisiones de señal de telefonía móvil y ahora estaría iniciando el proceso de revisar las investigaciones y estudios relativos al uso de móviles y cómo afectan a los usuarios. Algunas de las recomendaciones que ya hace incluyen, por ejemplo, el uso de auriculares manos libres para alejar de la cabeza el foco emisor de radiaciones que supone el móvil.

vINQulo

Cnet