22 países europeos y potencias internacionales firman el ACTA y Anonymous ataca

Se trata de un acuerdo comercial que pretende combatir el tráfico de falsificaciones y la violación de la propiedad intelectual. Europa calcula que pierde 8.000 millones de euros anuales por tráfico de material pirateado. Su negociación fue inicialmente en secreto, lo que sublevó a la red.

El ACTA admite sanciones penales que obliguen a los proveedores de internet a vigilar los contenidos. Esto supone para quienes se oponen una merma en la libertad de expresión e incremento de la seguridad jurídica (por la autorización a los operadores para obtener información sobre los infractores).

No son artículos de obligado cumplimiento para los estados firmantes e insisten en que los procedimientos pactados deberán respetar el derecho a la privacidad y la libertad de expresión.

¿Se trata de la SOPA y PIPA europea? La UE insiste en que no; su texto no prevé impedir el acceso a la red. Lo cierto es que Estados Unidos ha dado su bendición y firmado el acuerdo; Corea del Sur y Japón también, entre otras pesadas potencias internacionales.

Sus opositores consideran que el texto sólo se ocupa de las medidas penalizadoras y no hace ni una sola mención a la creación de oportunidades de comercio, ni se ocupa del refuerzo de la oferta legal de contenidos, al igual que lo hiciera la denominada ley Sinde.

Anonymous tumbaba la web de la Eurocámara como protesta por la norma y a modo de petición para que la Comisión no ratifique en unos meses el texto. Un portavoz aseguró que el ataque no logró penetrar la estructura interna de la web.

Recientemente se ha conocido que el principal ponente del tratado en el Parlamento, Kader Arif, ha presentado su dimisión. Considera que el proceso es una “mascarada”.

vINQulos

El País, Público