DevOps: introduciendo el cambio

Ángel Pérez, Product Director de Claranet España, ahonda en el concepto DevOps y ensalza sus bondades, siempre y cuando se cumplan unos requisitos.

De un tiempo a esta parte, el software se ha convertido en una pieza fundamental de todo negocio. Y cuando cualquier empresa es una empresa de software, sus aplicaciones son activos clave para diferenciarse en el mercado.

Como consumidores, difícilmente usaremos un banco que no tenga una página web al día o una buena aplicación móvil, y nuestra percepción de lo que es una buena aplicación cambia con el tiempo, especialmente a medida que los mercados maduran y los competidores redefinen su estrategia.

Por lo tanto, cuanto más rápido puedas actualizar tus aplicaciones, mejor. Gracias al cloud,

Ángel Pérez, product director de Claranet España
Ángel Pérez, product director de Claranet España

la disponibilidad y la escalabilidad de la infraestructura que las soporta ya no es un problema; el modo en qué tu equipo técnico colabora con todas las partes implicadas en su ciclo de vida es ahora el cuello de botella.

La necesidad de rapidez

Debido a la velocidad con la que evoluciona el código de una aplicación, las fases del desarrollo se solapan cada vez más con las fases de la operación: ambas se alejan de la previsibilidad para acercarse a la experimentación y al cambio constantes.

Esto significa que la solución cloud necesita progresar de la mano de la arquitectura de la aplicación, de forma paralela. Tecnológicamente, es factible; el reto aquí es asegurar que los equipos de sistemas y de desarrollo trabajan conjuntamente en este entorno acelerado e impredecible, y que entienden a la perfección todas las fases del ciclo de vida de la aplicación.

Y hay una palabra para esto: DevOps.

Definiendo DevOps

Como explicamos en el eBook Introducción a DevOps, hay cientos de definiciones de este concepto. Sin embargo, la idea de base detrás de todas ellas es la misma: la de una organización alineada e integrada que facilita la aceleración del ciclo de vida de las aplicaciones. Por eso DevOps no es algo que uno pueda comprar y llevarse puesto, implica una actitud, unos tiempos y un soporte completamente nuevos.

DevOps permite a los equipos trabajar de forma más cercana, aportando mayor agilidad al negocio y notables incrementos de productividad. Necesariamente, el futuro de las aplicaciones pasa por aquí: coordinados con los equipos de sistemas, los desarrolladores deben ser capaces de desplegar, con un solo click, el entorno que les permita llevar a cabo todo el trabajo de prueba, lanzamiento y actualización del código en cualquier momento y desde cualquier lugar.

A día de hoy, reuniendo procesos, tecnologías y métodos de trabajo que permiten acelerar drásticamente el time-to-market, DevOps es más que una buena práctica, es una ventaja competitiva.