25.000 euros buscan start-up

25.000 euros buscan una start-up en la que invertir: esta cantidad será el premio gordo del Investor Day, que se celebrará el próximo miércoles 17 de forma paralela a OMExpo, la feria de marketing digital, en Madrid.

“El evento tiene como objetivo reunir a los emprendedores y start-ups con inversores interesados en financiar a las estrellas nacientes”, explica Michael Kleindl, de KOMM Investement, uno de los iniciadores de la experiencia. De un lado, estarán por tanto los que ponen el dinero. Del otro, los que ponen las ideas. Y todos intentarán seducirse mutuamente.

La mejor idea tendrá además premio en efectivo: los 25.000 euros que están a la búsqueda de una start-up. Aquella que tiene más futuro será la que se lleve el premio gordo y para decidir cuál es la ganadora, un jurado formado por “los profesionales más destacados del mundo digital en España” estudiarán los proyectos. Ya hay diez finalistas, aunque se presentaron algo más de un centenar de buenas ideas.

“En Bonsai valoramos la existencia de una demanda real en el mercado que quiere cubrir el proyecto, la innovación de la idea, la síntesis de la presentación, la claridad de los números y especialmente el curriculum vitae de los emprendedores”, explica el presidente de Bonsai Enterprises y uno de los miembros del jurado, Javier Cebrian, sobre que es lo que buscan desde su entidad – diez años de inversión en empresas de internet – y que podría ser, por extensión, lo que al final valora el jurado.

Los participantes buscan, más que capital, visibilidad. “Nuestra razón fundamental para participar ha sido generar consciencia rápidamente en el mercado de la existencia de Doocuments”, apunta Carlos Polo, fundador de Doocuments, una de las firmas finalistas del Investor Day. “La presentación a concursos de start-ups como el Investor Day es sin duda un gran escaparate para dar a conocer la iniciativa y buscar financiación en una segunda ronda”. En el caso de la compañía, una “nueva herramienta ofimática”, acaban de cerrar una primera ronda de financiación “cercana a los 500.000 euros”, por lo que la proyección pesa más que el capital.

“De cualquier forma, la iniciativa nos parece estupenda”, añade Carlos Polo, “y es sin duda un gran banco de pruebas para las compañías que estamos empezando”.

Empezar, en España, puede ser difícil. “En España, lamentablemente el espíritu emprendedor no se fomenta”, sostiene Javier Cebrian. “El emprendimiento aún no ha entrado en nuestra cultura, burocrática, funcionarial y poco proclive al riesgo”, añade sin reparos en sentenciar que “esta realidad representa uno de los mayores pasivos para el desarrollo económico del país”.

Mismas ideas, ¿poco capital?

Y emprender en España tampoco parece muy novedoso. Entre las ideas finalistas se encuentran una oferta de cupones de descuento basados en geolocalización, un club privado de coesmética y perfumería o herramientas financieras. Son apuestas muy en la cresta de la ola de lo que hoy reclama el mercado, pero no son nada que nunca antes se hubiese oído. ¿Se han quedado los innovadores en la vuelta de tuerca? ¿Hay verdadero potencial para hacer algo nuevo?

“Hace casi dos años que es más difícil detectar un proyecto novedoso y atractivo en el sector de internet”, explica, preguntado por este tema, Javier Cebrián. “Se han generado excesivas iniciativas en cada nicho de mercado descubierto”, apunta. “Aún podemos encontrar en Estados Unidos modelos exitosos que no han arrancado en Europa”, añade reconociendo que “importar modelos de otros países siempre ha sido una vía práctica de emprendimiento”.

Con ideas nuevas o recicladas, los emprendedores sí parecen ponerse de acuerdo en un punto: acceder a la financiación es complicado. Javier Cebrián, inversor, no está de acuerdo con la idea de la falta de capitales: “No creo demasiado en la dificultad de encontrar financiación”, reconoce. “En nuestra experiencia, un buen proyecto a un valor realista acaba encontrándola”.

Desde Doocuments apuntan que han tenido “suerte” y no han tenido problemas en acceder a capital. Lo han hecho vía ayudas públicas: “numerosas subvenciones de la Diputación Foral de Bizkaia, así como de la Universidad de Deusto a través de su vivero de empresas y préstamos para jóvenes empresarios de ENISA”. “Apalancarnos en los mecanismos que proporcionan los diferentes niveles de la administración pública nos parece fundamental”, explica Carlos Polo. “Sabemos que puede resultar tedioso en algún momento, pero es necesario”.

Gane quien gane el miércoles lo cierto es que unos y otros habrán cumplido sus objetivos: los inversores habrán conocido a los que pueden ser el próximo Tuenti, o al menos a quienes pueden estar detrás del próximo Tuenti. Los emprendedores habrán tenido un altavoz para dar a conocer su idea y su talento.