5 consejos para administrar una web corporativa en WordPress

Son muchas las páginas que a día de hoy se basan en WordPress, el gestor de contenidos más extendido en el mundo, pero quizás no todas ellas le saquen el rédito que debieran. ¿Lo hace la tuya?

Estar en Internet se ha convertido en un obligación para cualquier negocio. Aunque no toda la población que existe en el mundo tiene acceso a esta tecnología, son miles de millones las personas que a día de hoy se pueden denominar internautas. Y muchas de ellas confían en que un sitio web o aplicación móvil les resuelva problemas cotidianos prácticamente al instante. ¿Que ha habido una fuga en casa y no se encuentra por ningún lado aquella agenda donde se anotó el número del fontanero? No pasa nada, en Internet sí que debería aparecer. ¿Que el plan del sábado por la noche es ir al cine pero nadie sabe qué película echan en la sala más cercana? La cartelera debería estar colgada en Internet. ¿Que se necesita hacer una compra de última hora para el cumpleaños de un amigo? En Internet debería ofrecerse el producto deseado, con opción de entrega rápida incluida. Y decimos “debería” porque a estas alturas lanzar una empresa con altas pretensiones de crecimiento y carecer de página web es un error que puede costar caro.

Las webs corporativas son un escaparate estupendo para darse a conocer sin límites geográficos de por medio. En ellas puedes ofrecer información básica, datos de contacto, recursos de prensa, tienda online y un blog con actualizaciones periódicas, entre otras posibilidades. Y para ello se encuentran al alcance de todos herramientas específicas de creación y administración, esto es, los conocidos como sistemas de gestión de contenido que permiten mantener la página en buena forma con el paso del tiempo. Un claro ejemplo de esto es WordPress, que va camino de convertirse en base para casi una cuarta parte de las páginas que existen, de acuerdo con las estadísticas de W3Techs, por delante de otras alternativas como Joomla, Drupal, Magento o incluso Blogger. De su última gran versión, WordPress 4.3, se han registrado ya más de 8 millones de descargas, de las que 1,6 millones se produjeron en sus primeras 23 horas de existencia, tal y como celebra el propio Matt Mullenweg, el CEO de Automattic o la compañía responsable de este CMS.

Eso sí, no basta con hacer un primer montaje en WordPress y olvidarse de lo que viene después, porque ya se cuenta con la página y ésta está operativa. Tampoco hay por qué contentarse con los recursos más básicos. ¿Qué hay que hacer para sacarle partido a una web corporativa de este estilo? ¿Cómo enfrentarse a WordPress? En Silicon News apostamos por estas cinco recomendaciones:

1. Actualiza, actualiza… ¡actualiza! La primera regla a la hora de usar un gestor de contenidos o cualquier otra herramienta informática que te sirva para trabajar es abonarse a la versión más reciente que hayan publicado sus creadores. Con WordPress no iba a ser menos. Mantén actualizado el software que descargas, aplicando las últimas versiones a medida que éstas vayan estando disponibles para el público, algo que el mismo CMS notifica en la parte superior del panel de administración cuando estás conectado. Es muy importante que no pospongas este cometido. La amplia presencia de una plataforma como ésta en la Red es un arma de doble filo, ya que su popularidad te asegura material al que recurrir y un respaldo por parte de la comunidad, pero también hay riesgo de que se convierta en blanco predilecto de los ataques de ciberdelincuencia. Precisamente por eso debes acogerte a las nuevas versiones públicas. Recuerda actualizar también los temas oficiales, como Twenty Fifteen, si los usas.

Desarrollos como WordPress no sólo cuentan con equipos de personas trabajando en perfeccionar sus características, sino en proteger a sus usuarios y parchear problemas lo antes posible. Antes de que se liberen versiones estables, el nuevo CMS atraviesa una fase beta con múltiples pruebas para garantizar que el nivel de seguridad es correcto y, además, que aquellos errores que se podrían derivar de una actualización no acaben siendo demasiado graves. Eso sí, por si las moscas, haz un backup de la base de datos que te permita recuperar el estado anterior de tu página si llega a pasar algo raro durante el proceso.

2. ¿Cuántos plug-ins necesitas? Además de la plataforma en general, en caso de que no se encuentre blindada con los parches más actuales, otro punto de entrada para posibles atacantes son los plug-ins que forman parte de la estructura de la web y no se modernizan. ¿Qué significa esto? Que tampoco hay que olvidarse de actualizar los plug-ins. Pero no sólo eso. Igual de conveniente es instalar sólo aquellos que procedan de desarrolladores de confianza que los mantengan con el paso de las semanas, por lo que lo más inteligente es evitar instalar algo que hace más de un año que nadie toca. Asimismo, plantéate qué es lo que necesitas antes de lanzarte a por todos los plug-ins a tu alcance como un niño que entra en una tienda de caramelos con la paga recién recibida. No elijas sin pensar. No abarques más de lo que vas a ser capaz de gestionar. No instales docenas de plug-ins por el mero hecho de que existen. Cuantos más componentes uses, más se va a resentir la velocidad de respuesta de la página, ya que cada uno carga nuevos scripts y añade segundos al contador final. Otra desventaja es que te acabarás topando con un mayor número de obstáculos de compatibilidad.

3. El contenido sigue siendo el rey. Se suele decir que el contenido es lo primero, ya que enganchará a un usuario a una página y le hará repetir visitas en el futuro. Y es cierto. Además de cierto arte creando historias, lo que te servirá para cuidar tu contenido es profundizar un poco en las distintas opciones que te ofrece WordPress a la hora de optimizar las entradas que vas elaborando. Da igual que sean los textos para presentar tu empresa al mundo, la colección de últimas noticias que has ido difundiendo o un reportaje especial sobre algún tema de interés para tu público objetivo. Todo esto es susceptible de ir acompañado de una imagen destacada que luego aparecerá reflejada en la Red, tras compartir la publicación con tus seguidores en redes sociales. De utilidad se antojan asimismo las categorías y las etiquetas, en su caso para facilitar la búsqueda de contenido online relacionado. Y conviene que los permalinks o enlaces permanentes adopten una estructura de URL personalizada, con fecha, longitud no muy extensa y palabras clave reflejadas en el título en vez del “?p=123” generado por defecto.

Si quieres ser previsor, WordPress te lo pone fácil. Tienes la posibilidad de dejar contenido programado para días posteriores. Y si te has bajado un plug-in especial con el objetivo de mejorar el SEO, revisa que todo lo que escribes obtiene una buena puntuación o, si por el contrario, hay margen de mejora. Puede que el título sea demasiado amplio, que la palabra clave principal esté demasiado manida, que el mensaje se haya quedado corto, que no se hayan añadido enlaces externo o que falte por completar algún campo, por ejemplo.

4. Personaliza las opciones de pantalla. Si no las conoces, haz por presentarte. Las opciones de pantalla están ahí para ayudarte. ¿Consideras que cuentas con demasiadas cajas en la pantalla que no hacen más que bloquearte la visión, aportando información poco relevante u ofreciéndote alternativas que al final nunca usas? Entonces, ocúltalas. En la parte superior derecha encontrarás una pestaña desde la que elegir qué tipo de elementos quieres que se muestren y cuáles no, dependiendo del lugar en el que estés. Para empezar, en el Inicio podrás deshacerte si así lo deseas de las últimas noticias de WordPress o de información básica vinculada a algún plug-in que emplees. Si pinchas desde Entradas, serás capaz de regular cuestiones como los comentarios o el desplegable del autor. Otras acciones contempladas son elegir el número de columnas, entre una y dos, y activar el editor a pantalla completa para liberar a quien escribe de distracciones justo cuando más concentración requiera. Aunque no todo se reduce a desmarcar opciones. Hay veces que resultará interesante tenerlas de tu lado, como para añadir clases CSS a los Menús, sin ir más lejos. Lo que tienes que hacer es adaptar la plataforma a tu uso concreto.

5. A un paso de ser algo más. Con un arma como WordPress tu empresa y tú estáis siempre a un pasito de ser algo más. O, lo que es lo mismo, tu página contará con potencial para transformarse en un blog puro y duro, en una publicación de contenido diario donde participan diferentes redactores, en un foro alrededor del que cultivar un grupo de fieles usuarios… Para ello existen temas ya prediseñados con formato de revista y hasta se pueden montar liveblogs sobre narraciones de eventos. Más allá de eso, hay tecnologías pensadas para armar tiendas online en unos cuantos pasos, tanto el famoso WooCommerce como otros plug-ins. Tienes opción de dar vida a gestores de tareas para trabajadores que colaboran entre sí o crear otras herramientas laborales. Por supuesto, en vez de limitarte a un solo recurso, nada te impide ir añadiendo un poquito de todo a la composición de la web, según la idea que tengas en mente para tu organización o lo que necesites para sacar adelante el negocio. ¿Qué tal profesionalizarse en el envío de newsletters captando direcciones de email y diseñando el mensaje a lanzar desde la misma plataforma en la que se encuentra tu web corporativa? La flexibilidad de WordPress y las aportaciones de sus desarrolladores permiten contemplar varias posibilidades.

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