5 consejos para el lanzamiento de un producto al mercado

Tener una buena idea no lo es todo para garantizar el éxito de un dispositivo, servicio o aplicación. Os contamos cómo afrontar su introducción en el mercado.

La introducción de un nuevo modelo de teléfono, de tableta, de ordenador (¡o cualquier otro tipo de dispositivo electrónico!), la implementación de un nuevo servicio online gratuito o de pago, el lanzamiento de una aplicación innovadora o de un sistema operativo completo… sea cuál sea el producto que tengas previsto lanzar, e independientemente de que formes parte de una gran empresa o hayas fundado una startup que está dando sus primeros pasos en el competitivo mundo tecnológico (sobre todo en este último caso), debes planear su estreno con la suficiente calma y a meses vista. Partiendo de que ya cuentas con la idea a desarrollar, que has comprobado que responde a una demanda real, o que satisface las necesidades y los requisitos de los usuarios, y que también has calculado los costes económicos de su despliegue, en Silicon News os marcamos cinco pautas a seguir.

Ten en cuenta que no todo se trata de dinero, sino de aplicar un poco de imaginación y bastante de cabeza. Vayamos por partes:

1. ¿Te conocen? Con todas las redes sociales y recursos que existen a nivel de Internet para presentarte al mundo en los tiempos que corren, además de la publicidad y los medios tradicionales, sería un delito llegar al día del lanzamiento sin generar expectación. Abre al menos un perfil de Facebook y otro de Twitter, sino cuentas ya con ellos, comienza un blog donde ir narrando tus progresos diarios, solicitando el feedback de los lectores con el objetivo de mejorar tu producto o amenizando su espera durante los meses previos al gran día, cultiva tu relación con otros bloguers y con la prensa, participa en charlas, crea una página web de “Coming soon” para empezar a atraer visitantes que con el tiempo pueden convertirse en tus más fieles clientes y pon a su disposición un servicio de suscripción de notificaciones, de modo que no se olviden de tu proyecto a la primera de cambio. Todos estos canales te ayudarán a crear ruido, generando una reputación de marca y una audiencia previa. Y recuerda: la idea inicial no vale nada, o al menos no tanto como su puesta en práctica.

2. Testea hasta la saciedad. Además de resultar desconocido, lo peor que le puede pasar a tu producto es llegar al mercado demasiado verde, así que no te precipites. Tómate tu tiempo para escuchar a tus potenciales usuarios, para implementar cambios y para corregir errores antes de hacerlo oficial, ya que no querrás que la primera impresión que se lleve el público de ti sea la del mediocre responsable de un producto ineficiente. Si tu creación tiene fallos o no pasa la prueba del algodón de las críticas de terceros y aún así lo pones en circulación, es probable que muchas de las personas que lo prueben no quieran volver a repetir experiencia ni a adquirir otros productos que desarrolles en el futuro. Para curarte en salud, reúne a un grupo de personas, bien sean amigos, familia, miembros de la industria, usarios influyentes o corrientes para que prueben tu producto en calidad de “beta testers” y asegúrate de ofrecerles el mejor producto que esté en tus manos.

3. Cuenta hasta diez. O lo que es lo mismo, mantén la calma ante los imprevistos. Por mucha planificación previa que exista, a lo largo del proceso de creación surgirán problemas que pondrán a prueba tu capacidad de reacción y de adaptación: servidores que se caen, piezas que se rompen, retrasos en la cadena de montaje, un malentendido entre dos trabajadores, la respuesta inesperada de la competencia… La calidad del producto final dependerá de la maestría que demuestres para sortear las piedras que te encuentres en el camino. ¿Una forma de facilitar la resolución de conflictos? La comunicación constante con tus compañeros. Rodéate de un equipo de profesionales de confianza entre los que distribuir las funciones a desempeñar y que te liberen de carga de trabajo (y de preocupaciones), vela por la excelencia pero no practiques una vigilancia asfixiante, organiza reuniones periódicas para actualizar el estado del proyecto y nunca dejas las cosas para última hora.

4 Llegó el día D, la hora H, el minuto M. Si decides celebrar un evento presencial para mostrar tu creación al mundo, además de repartir invitaciones y convocar a miembros de la prensa al lugar elegido, avisar a un servicio de catering y regalar algún tipo de obsequio a los presentes, no olvides destacar al protagonista del acto (esto es, tu producto o servicio) en toda la ambientación con un diseño personalizado. Prepara cartelería, juega con los colores y tu logo, cuida la vestimenta, haz dossieres y recurre a alguna proyección de soporte durante tu intervención. De este modo, la idea que quieres transmitir se quedará clavada en la retina de los presentes y ayudará a causar una mejor impresión. Otra opción es celebrar dicho evento durante una feria tecnológica de tu sector a la que ya acudirán por su cuenta personas a las que sería complicado reunir de otro modo, además de posibles consumidores. Y, si se trata de un producto físico, puedes ofrecer muestras gratuitas o incluso comenzar la venta directa, con descuentos especiales. Si vas a comercializarlo también a través de Internet, ten tu tienda virtual a punto y asegúrate de que es accesible y práctica.

5. No pierdas de pista las reacciones, tanto de los medios especializados, como de los líderes de opinión y de tus usuarios más tempranos, y actúa en consecuencia. Además de crear una buena primera impresión, debes estar atento a lo que se dice de tu invención durante las semanas posteriores al lanzamiento para que las buenas vibraciones se mantengan con el tiempo. No entres al trapo de las provocaciones, pero valora tanto los mensajes de apoyo como las críticas negativas, porque las primeras te darán ánimos para seguir adelante y las segundas te servirán para superarte. Continúa abrazando el feedback y abre un canal de atención al cliente. Otra monitorización que tendrás que prolongar, llegado este punto, es el de la actividad de tus rivales más directos. Estos competidores pueden liberar propuestas similares a precios diferentes (esto es, más bajos), más atractivos estéticamente o cargados de funcionalidades extra, y “robarte” los usuarios. ¡No lo permitas!

[nggallery template=nme images=40 id=51]