5 consejos para irse tranquilo de vacaciones

El verano ya está aquí y las ansiadas vacaciones también. ¿Estás preparado para abandonar tu puesto en la oficina durante unas semanas?

Una vez más, el verano ha hecho su entrada triunfal en el calendario laboral. Esto significa que, mientras algunos tendrán que comenzar a ingeniárselas para luchar contra el calor que ya impera fuera y dentro de la oficina, otros comenzarán a disfrutar de las ansiadas vacaciones estivales, del sol, de la eterna disyuntiva entre playa y montaña, de la vuelta al pueblo, de las terrazas, de los conciertos y de las noches que no duran tanto pero se aprovechan mejor. Ahora es el momento. Con julio comienza la temporada de descanso para muchos profesionales que, eso sí, tendrán que dejar atados unos cuantos cabos antes de despedirse de sus compañeros hasta más ver.

Para que diferentes factores -como la vida de quienes se quedan trabajando, el disfrute propio de ese pequeño paréntesis y la posterior vuelta a la rutina- se desarrollen de la forma más satisfactoria posible, existen una serie de cuestiones a tener en cuenta. En Silicon News os dejamos algunas recomendaciones para irse tranquilo al destino vacacional elegido:

1. Si puedes, termínalo. Lo último que querrás al volver de vacaciones es encontrarte con tareas en las que habías comenzado a concentrarte un poco antes de irte y que al final se fueron alargando y quedando a medias. Con el parón de por medio resultará realmente complicado volver a retomarlas de forma eficiente, justo donde las habías dejado. Nunca, nunca, es recomendable dejar pasar mucho tiempo entre jornada y jornada de trabajo. ¿Por dónde ibas? ¿Qué medidas estás aplicando para corregir un error? ¿Por qué aplicaste una solución y no otra en ese desarrollo web en concreto? ¿Cuál era objetivo final de tu texto? Éstas y otras dudas razonables te asaltarán en cuanto te sientes ante la mesa del despacho, según tu profesión. Ahórrate el mal trago y aplícate bien durante los días previos a tu marcha para dejar listo todo el trabajo que puedas.

2. Si no puedes, organízate. Dejar cerradas las tareas más sencillas, las que ya estaban más avanzadas o las que sabías que te iba a dar tiempo completar a pesar de haberlas recibido a última hora no significa que vayas a acabar resolviendo hasta el más mínimo detalle del plan de trabajo previsto. Siempre hay asuntos por resolver y tareas que deberás delegar en otros empleados de la empresa. Algunas actividades requieren de una práctica constante y, luego, es vital contemplar imprevistos que no dependen de la voluntad de nadie. Así que lo que tendrás que procurar antes de embarcarte en tu período vacacional es planificar faenas para no causar demoras innecesarias. Esto es primordial. Anota todo lo que se ha quedado pendiente. Distribuye entre tus compañeros las tareas urgentes o aquellas que requieren de mayor atención. Avisa a tus colaboradores sobre tu ausencia para que no cuenten con que harás algo que no podrás. Y, si diriges un equipo, traza una serie de directrices a seguir mientras estás fuera.

3. Deja un mensaje de “despedida”. Cuando uno va a dejar de atender sus competencias habituales en el trabajo, por el motivo que sea, hacérselo saber a la gente con la que se mantiene una relación laboral se vuelve imprescindible. Esto pasa, en primer lugar, por configurar un mensaje automático que se envíe cada vez que alguien se ponga en contacto contigo a través del correo electrónico. En él tendrás que aclarar las fechas en las que vas a estar fuera de la oficina, así como disculparte por cualquier molestia que eso pueda ocasionar y ofrecerle al remitente alguna alternativa, como escribir a alguno de tus compañeros de departamento a la dirección que tú mismo ofrecerás o llamar por teléfono a la sede central. Si eres un activo usuario de redes sociales también puedes publicar una actualización en tus cuentas “despidiéndote” temporalmente de todos tus seguidores para que nadie te eche en falta más de la cuenta ni dejen de seguirte.

4. Cuida a tu portátil. En estos tiempos de movilidad extrema es probable que uses varios dispositivos informáticos para trabajar, incluyendo tabletas y smartphones. O incluso que compatibilices alguno de ellos para tu faceta más profesional y la vida personal. Más raro resulta creer que, si lo que pretendes al irte de vacaciones de verano es tomarte un respiro, te acabes llevando el ordenador portátil contigo allá donde vayas. Si lo dejas en la oficina o en casa, habrás dado un acertado paso adelante para conseguir despejar la cabeza y para evitar asimismo hipotéticos problemas de seguridad que podrían complicarte los días de relax. Para mantenerlo en las mejores condiciones, búscale un sitio poco expuesto a las temperaturas extremas, apágalo y procura dejar la batería con una carga cercana al 50%.

5. Desconecta. No viajar con el portátil a cuestas para disfrutar más de las vacaciones es un punto de inicio. Pero lo mejor para tu bienestar mental, y el de los que te rodean, es que intentes alejarte de la tecnología lo máximo posible. Así podrás disfrutar de otros placeres de la vida, como las charlas entre amigos cara a cara o los paseos por lugares con encanto. No hace falta que te desprendas del teléfono móvil por completo, pero sí que deberías reducir su uso. Consúltalo sólo a horas concretas, de manera espaciada y nunca en medio de una reunión familiar. Evita conectarte a Internet para al final acabar revisando sólo actualidad relacionada con tu actividad profesional, ya que hay otras formas de informarse sobre acontecimientos más generales que no pasan por el mundo online, como los periódicos o las revistas. Y deja orden de que no te contacten sobre temas laborales a no ser que sea estrictamente necesario.

[nggallery template=nme images=40 id=140]