5 consejos para que tu empresa enamore

Aprovecha el Día de San Valentín para mimar tu relación con aquellos que más quieres: tus socios, clientes, trabajadores e inversores. ¡Y no te olvides de ti!

Si hay un día en el que los sentimientos se exteriorizan más que los otros 364, ése es el 14 de febrero. Especialmente si hablamos de un sentimiento elevado a la máxima potencia como el amor. Hoy es San Valentín y, teniendo en cuenta el cariz que han ido tomando las cosas durante los últimos años, difícilmente te podrás escapar de los “te quiero”, el color rojo y el espíritu (cada vez más) consumista de esta festividad. Tanto si eres uno de sus incondicionales como si reniegas de él, en Silicon News te proponemos que revises el significado del día de los enamorados y declares a los cuatro vientos el amor que tu empresa siente hacia aquellas personas que más os importan.

Y es que, sin las personas, tu empresa no sería lo mismo. Empieza por tomar conciencia de ello y sigue esta serie de recomendaciones para mejorar tus relaciones particulares:

1. Enamora a tus trabajadores. Uno de los pilares fundamentales para que tu negocio marche sobre ruedas será contar con la plantilla adecuada a la que dirigir. Con adecuada queremos decir formada en aquellas habilidades específicas que tú necesitas y lo suficientemente feliz como para rendir a su máximo nivel. Así, tu reto a largo plazo será conformar un grupo de trabajadores de calidad aplicando métodos de selección como tirar de redes sociales, aprovechar la tecnología de videoconferencia e incentivar pruebas técnicas que escarben más allá del curriculum.

A más corto plazo (pero con repercusión asegurada en el devenir de tu empresa), tendrás que crear un ambiente de trabajo innovador y divertido. ¡Demuéstrale a tu gente que de verdad te importa! Las motivaciones para acudir a la oficina pueden ser muchas, si te las ingenias bien. No seas muy estricto con el “uniforme” y muéstrate flexible con los horarios, sobre todo cuando hay imprevistos personales de por medio. Por ejemplo, puedes premiar a tus chicos de vez en cuando con un día de trabajo desde casa, ya que las herramientas de comunicación modernas permiten ser igual de efectivos que desde la sede central. No racanees a la hora de dar vacaciones, crea áreas de descanso y entretenimiento, respeta a las mascotas, ofrece comida gratuita, organiza cursos de formación y cómprales equipo informático a su gusto. O, sencillamente, piensa cómo te gustaría que te tratase tu jefe y ponlo en práctica con los demás.

2. Enamora a tus socios. Además de tirar de empleados, en tu día a día te rodearás de otros directivos, empresas amigas, fabricantes, colaboradores, desarrolladores externos, distribuidores… todo un grupo de compañeros que también se merecen un detalle de San Valentín hoy y, por qué no, el resto del año. A aquellos que comenzaron la aventura contigo, tus socios fundadores o los primeros trabajadores con participación en el accionariado, deberás pagarles con raciones de información diarias. Haz por mantenerlos informados de lo que sucede cada jornada en todos los rincones de tu compañía. Cuando la situación económica sea boyante, piensa en ellos. Reparte beneficios y mejora las condiciones laborales, especialmente si hablamos de startups, ya que a menudo se hacen sacrificios para que una idea se convierta en realidad y hay que saber cómo agradecerlo. ¿Y los proveedores y demás socios tecnológicos? No los discrimines. Trátalos como si formasen parte de tu plantilla ordinaria, en la medida de lo posible. Una recompensa a tiempo, un descanso merecido o un contrato renovado son alicientes a tener en cuenta.

3. Enamora a tus usuarios y clientes. Da igual que te dediques a vender productos físicos que a suministrar servicios intangibles, pero igualmente demandados por la sociedad. Tu idea saldrá refrendada si hay alguien más allá de tu estructura organizativa que la compra. Mientras tus empleados y red de socios contribuyen a sacarla adelante, a la espera de que la gente se interese en ella, esta gente será la que te permita seguir cumpliendo tus sueños. Un aspecto fundamental, aunque a veces descuidado es el canal de atención al cliente, que debe ser respetuoso, comprensivo, personalizado, permanente y capaz de admitir sus errores. Una forma de reforzar todas esas características, especialmente la que se refiere a la accesibilidad y disponibilidad constante, es volcarte en las redes sociales. Instaura canales de feedback y mantenlos activos. Como norma básica, no dejes nunca una duda o una crítica sin resolver, pero tampoco te enzarces en peleas. Y aunque uno de tus objetivos sea crecer en número de usuarios no des de lado a los más veteranos.

Para sorprender en fechas especiales, organiza concursos, premia a los fans que más uso hagan de tus creaciones, regala detalles, sorprende con algo que sabes que les va a hacer ilusión… Partiendo de la naturaleza de tu negocio y con todos los datos que tienes de ellos, está en tu mano conocer quiénes son y cuál es la mejor forma de alegrarles el día (para que luego lo cuenten por ahí). Una persona contenta será tu mejor baza para continuar creciendo.

4. Enamora a tus inversores. Están los trabajadores, están los socios de muy diversa índole y están los usuarios y clientes. Pero eso no es todo. A lo largo de tu camino hacia el éxito seguramente te habrás encontrado con alguien que te ha apoyado económicamente para consolidar la que ahora es tu forma (o medio) de vida. Y es que ese camino no es limpio y recto, sino que está lleno de obstáculos a sortear, precisamente porque es caro. Se necesitan fuertes sumas de dinero con las que materializar unos retos que de otro modo serían imposibles. Ahí es donde entran los denominados “business angels”, los pequeños inversores implicados en la fase inicial de tu empresa, los ahorros familiares e incluso los patrocinadores de las campañas de crowdfunding. Ellos han confiado en ti y la mejor forma de devolverles el apoyo es echándole más ganas, más pasión y más esfuerzo a tu proyecto. Por supuesto también deberías hacerlos partícipes de las decisiones de peso que vas tomando, cultivar un trato cercano y mostrar interés por sus opiniones para que el idilio con la compañía continúe y sus contactos te tengan en cuenta en el futuro.

5. Enamórate de ti mismo. Cuando se habla de relaciones de pareja se suele decir que todo irá mejor si, antes de intentar avanzar, resuelves tus conflictos internos. O, en palabras más sonoras, que nadie te querrá si no te quieres a ti mismo primero. Aplícate el cuento a nivel empresarial y cuida el fondo y el aspecto de tu empresa. La forma más palpable de transmitirlo en estos tiempos de Internet omnipresente será con una imagen online bien estudiada. No en vano una página web es un escaparate al que tienen acceso millones de internautas alrededor de todo el mundo, con independencia de su ubicación, idioma y condición. Contrata a un profesional que sepa lo que hace y pueda desarrollar un sitio acorde con tus expectativas y las de tus “enamorados”, sin olvidarte de atender la parte móvil. Por algo es un producto más, y además uno de los más importantes que tendrás que sostener en el mercado. Trata de definir una serie de valores básicos que quieres defender con tu marca y asienta toda tu estrategia sobre ellos, incluso la puramente estética. La coherencia siempre será un grado… y quizás a ti te caiga a cambio tu propio regalo.

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