El 73% de los directivos en las empresas ya están implementado el IoT

Las nuevas redes de bajo consumo están permitiendo a las organizaciones desplegar IoT más rápido, ayudando a reducir los costes.

El 73% de los directivos en las empresas ha manifestado que están investigando o actualmente implementando soluciones del Internet de las Cosa (IoT), de acuerdo con el último informe de Verizon ‘State of the Market: Internet of Things 2017‘.

Las empresas están cosechando los beneficios del IoT más allá del cumplimiento, ahorrando dinero, encontrando nuevas eficiencias, mejorando el servicio al cliente e impulsando el crecimiento del negocio. De acuerdo con el informe de Verizon, las barreras que se interponían en el camino (seguridad, coste e interoperabilidad) se han rebasado rápidamente gracias a soluciones de extremo a extremo simplificadas y a tecnologías y conectividad de bajo coste. Esto está impulsando nuevos casos de uso que permitirán a las organizaciones pasar a aplicaciones más sencillas para obtener un valor aún mayor del IoT.

El Internet de las Cosas esta en el núcleo de la transformación digital de las empresas, cambiando el campo de juego para las organizaciones en todos los sectores y ayudándolas a aumentar la eficiencia operativa.

Las plataformas IoT proporcionan un entorno único para desarrollar y administrar aplicaciones, y las nuevas redes de bajo consumo están permitiendo a las empresas desplegar IoT más rápido, lo que ayuda a reducir los costes.

Hasta ahora, las compañías se han centrado en casos de uso simple para rastrear datos y enviar alertas de estado, pero, en 2017 el IoT se ha convertido en un campo de alto rango en las organizaciones.

Según el informe, el IoT se está apoderando de todas las industrias. En la asistencia sanitaria, está ayudando a las compañías farmacéuticas a rastrear la producción de medicamentos para los pacientes; en la agricultura, los sensores en el suelo están proporcionando datos casi en tiempo real sobre la salud de los cultivos; los aviones no tripulados ya están siendo probados por compañías de energía y servicios públicos para monitorizar la infraestructura remota y comprobar su estado; y las ciudades están desplegando soluciones inteligentes para ayudar a gestionar el tráfico, mantener la seguridad pública y atraer tanto a las empresas como a los ciudadanos.