A fondo: ¿Se han cumplido las expectativas tecnológicas en 2017?

La nube, el Internet de las Cosas, los drones, blockchain y la realidad virtual o aumentada eran algunas de las tecnologías que despertaban más expectativas para este año. ¿Cuál ha sido su evolución?

A finales de año siempre aparecen informes y estudios que adelantan cuáles serán las tendencias para el siguiente ejercicio. Sin embargo, estas previsiones no son una ciencia exacta, por lo que si echamos la vista atrás vemos que los pronósticos no siempre se cumplen.

Hace un año, repasábamos algunas de las tendencias tecnológicas a las que había que estar atento este año. ¿Han respondido a las expectativas? Aunque con matices, podemos decir que progresan adecuadamente.

Las empresas se suben a la nube 

El cloud computing ya es un ‘viejo conocido’. El año pasado explicábamos que el 41% de las cargas de trabajo empresariales se basaba en nube pública o privada, pero hacíamos hincapié en que la seguridad cloud seguía siendo una asignatura pendiente. Y se pronosticaba que en 2017 comenzara a despegar una adopción masiva, imponiéndose un modelo híbrido.

Gartner adelanta que los ingresos del mercado de los servicios de nube pública a nivel mundial crecerán un 18,5% en 2017, alcanzando una cifra de 260.200 millones de dólares, frente a los 219.600 millones registrados un año antes. La consultora destaca que el sólido rendimiento de los servicios SaaS e IaaS será el que impulse dicho crecimiento. No en vano, espera que los ingresos de SaaS crezcan un 21%, llegando a los 58.600  millones. Y el mayor crecimiento en los ingresos provendrá de IaaS, que aumentarán un 36,6%, hasta los 34.700 millones.

Por su parte, el informe ‘Predictions 2018: Cloud Computing Accelerates Enterprise Transformation Everywhere’, elaborado por Forrester, apunta que el mercado mundial total de nubes públicas moverá 146.000 millones de dólares en 2017. Y para 2018 se pronostica que alcanzará los 178.000 millones, con un crecimiento próximo al 22%. Por tanto, la transición a la nube continúa con buena marcha. No en vano, Forrester prevé que la mitad de todas las empresas de todo el mundo dependan de plataformas de nube pública a la conclusión del presente ejercicio.

Otra muestra del avance de la nube son los resultados registrados por Amazon Web Services (AWS), proveedor líder del sector. AWS ingresó 4.584 millones de dólares en el tercer trimestre de 2017, un 41,9% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, como informaba TechCrunch.

Por otra parte, hay anotar un hecho relevante respecto a la seguridad cloud. Con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en el horizonte, pues entrará en vigor en mayo de 2018, un informe presentado en septiembre por Netskope pone de manifiesto sólo el 24,6% de los servicios en la nube empleados por la empresas obtiene una calificación alta en cuanto a su preparación para el RGPD. El estudio señala que el 27,4% del malware detectado son puertas traseras. También destaca el ransomware (8,6%) y el adware (8,1%). Además, la investigación  indica que el 86,9% representa amenazas de elevada gravedad

IoT comienza a desplegarse

El Internet de las Cosas (IoT, en sus siglas en inglés) es otra de las tecnologías que suenan siempre en estas listas. Y es indudable que cada vez nos vamos rodeando de más dispositivos conectados. Según el informe ‘Connected World: Smart Home Is Key To Tomorrow’s Internet Of Things’, elaborado por Strategy Analytics, el presente ejercicio concluirá con 20.000 millones de dispositivos conectados, con un crecimiento del 16% respecto a 2016. Pero esto no ha hecho nada más que empezar. La consultora pronostica que el ‘boom’ llegará en los próximos ejercicios, ya que esta cifra se disparará hasta los 50.000 millones de aparatos conectados en la próxima década. De hecho, prevé que en 2021 ya habrá en el mundo más dispositivos vinculados al hogar inteligente que smartphones. NetApp considera que el IoT también tendrá un gran impacto en el sector de la automoción, la salud y la industria manufacturera. Además, estamos viendo cada vez más aplicaciones en el sector primario.

Sin embargo, no todo son noticias positivas. Hace algunos meses informábamos de que menos del 10% del presupuesto empresarial destinado a tecnologías de la información iba a parar al despliegue del IoT, según los datos recabados por Strategy Analytics. En este momento, sus principales aplicaciones se reducen a comandos básicos de encendido y apagado, por delante de otras alternativas como la seguridad y el cumplimiento.

Esta tendencia debe revertirse en los próximos años. De hecho, Gartner cree que el IoT impulsará las inversiones en herramientas para la gestión de operaciones de TI. La consultora estima que sus efectos se mostrarán durante los próximos tres años. Además, destaca el papel del software de código abierto (OSS, por sus siglas en inglés), cuya ventaja es el menor coste de propiedad. Por otra parte, IDC calcula que el mercado del IoT alcanzará los 1,3 millones de dólares en 2020, contribuyendo al crecimiento del gasto en TI, que llegará a los 5,5 billones.

Drones: el cielo puede esperar

El año pasado indicábamos que se esperaba que los envíos mundiales de drones se disparasen un 248%, según pronosticaba Strategy Analytics. No obstante, hay importantes retos técnicos –capacidades, autonomía, costes…- y legales que están dificultando su expansión.

Por ejemplo, parece que los drones de reparto de paquetería no acaban de despegar. Ya en el mes de febrero dábamos cuenta de las previsiones de Gartner, que enfriaban las expectativas. La consultora señalaba que los drones destinados a las entregas de paquetería representarían menos del 1% del mercado de drones comerciales en 2020, destacando que no será un factor relevante en varios años. En cualquier caso, pronosticaba que en 2017 se venderían casi 3 millones de drones personales y comerciales. Así, los ingresos del mercado mundial aumentarían un 34%, rebasando los 6.000 millones de dólares en 2017. Y en 2020 alcanzarían los 11.200 millones. Los pronósticos de BI Intelligence eran algo más optimistas, ya que confiaba en que las ventas de drones supusiesen 10.000 millones a cierre del presente ejercicio, llegando a los 21.000 millones en 2021.

Aunque las cifras no son nada desdeñables, parece que su eclosión está por venir.  En cualquier caso, estamos viendo interesantes movimientos en este sentido. Por ejemplo, siete aeropuertos de Aena comenzarán a utilizar drones en sustitución de los aviones tripulados para tareas de seguridad. Y Project Wing, el proyecto de Google X enfocado en las entregas con drones, presentó en verano nuevos avances.

Blockchain crece ladrillo a ladrillo

La tecnología sobre la que se sustenta el bitcoin ha despertado muchas expectativas este año. Su uso se está expandiendo más allá del ámbito de la criptodivisa, llegando al IoT, el sector financiero (Bolsa, bancos, aseguradoras…) o los juegos.

Según el informe ‘Evolution of blockchain technology. Insights from the GitHub platform’, publicado por Deloitte en octubre de este año, en 2016 se iniciaron 26.885 nuevos proyectos relacionados con blockchain en el repositorio de código GitHub, más del doble que el año anterior. Ya en 2017, contabilizando únicamente los seis primeros meses del año, se registraron cerca de 25.000 proyectos, por lo que es probable que el número de iniciativas en el presente ejercicio duplique los registros del año precedente. En el lado negativo, el estudio desvela que apenas el 85 de los proyectos iniciados se mantiene activo.

El estudio ‘Perspectivas de la OCDE sobre la economía digital 2017’ remarca el aumento del uso de la tecnología blockchain. Por ejemplo, la investigación desvela que en el primer trimestre de 2017 se llegaron a registrar más de 300.000 transacciones al día de compraventa de bitcoins, con lo que el volumen de operaciones se ha duplicado desde finales de 2015. Cabe señalar que en 2009 apenas se producían 100 transacciones al día. Sin embargo, esta cifra sigue siendo muy limitada si se compara con las más de 150 millones de transacciones procesadas cada día por Visa. Por otra parte, el informe ‘The future of Blockchain’, elaborado por Juniper Research, adelantaba que el valor de las transacciones realizadas este año en criptomoneda superará el billón de dólares, 15 veces más que en 2016.

Además de las transacciones en criptomoneda, la OCDE señala que esta tecnología tiene múltiples aplicaciones en diferentes sectores -finanzas, educación, IoT, etc.- pero reseña que gran parte de este potencial depende de la resolución de obstáculos técnicos y legislativos. Ya estamos viendo interesantes movimientos. Por ejemplo, alrededor de 80 de los bancos más importantes del mundo se han agrupado en el consorcio R3, con el fin de desarrollar aplicaciones basadas en blockchain para la industria financiera. Y el sector asegurador ha hecho lo propio a través de B3i (Blockchain Insurance Industry Initiative), aglutinando a cerca de 40 compañías de seguros. En el ámbito nacional, este año ha echado a andar Red Lyra, el primer consorcio nacional, con el respaldo de entidades como Santander, BBVA o Bankia, así como empresas de diversos sectores, como Gas Natural Fenosa, Endesa, Cepsa, Correos, Iberdrola, Garrigues, Roca Junyent, MasMóvil, etc.

Las empresas tecnológicas también dando algunos pasos. Por ejemplo, IBM anunció en verano que colaborará con varias compañías del sector alimentario y de la distribución para investigar posibles aplicaciones de esta la tecnología. Por su parte, SAP anunció a finales de septiembre su estrategia en torno a blockchain. Y MasterCard decidió abrir su API de blockchain a los desarrolladores el pasado mes de octubre. Todo esto parece confirmar que la adopción de blockchain seguirá siendo una tendencia al alza para 2018.

El despertar de realidad virtual y aumentada

Algunas voces anunciaban que 2017 sería el año de la realidad aumentada. IDC vaticinaba en 2016 que los ingresos de la realidad virtual (VR) y aumentada (AR) crecerían más de un 180% en el periodo comprendido entre 2016 y 2020, alcanzando los 162.000 millones de dólares.

Aunque dichas expectativas quizá era demasiado optimistas, lo cierto es que las cifras que se van registrando muestras un crecimiento satisfactorio. La propia IDC acaba de anunciar que el gasto en VR y AR se situará en 9.100 millones de dólares este año, llegando casi a duplicarse el año que viene, en el que espera que alcance los 17.800 millones. Además, pronostica que el sector comercial liderará el crecimiento, ya que representará el 85% del gasto que se registrará en 2021, frente al 60% que supondrá en 2018. Una muestra del tirón de estos productos se refleja en las ventas de los cascos de realidad virtual. Por ejemplo, en el tercer trimestre de 2017 ya se comercializaron más de un millón de este tipo de dispositivos, con  PlayStation VR como líder del sector.