La adolescencia, barrera en la brecha de género en Ciencia y Tecnología

El interés de las niñas por la Ciencia y la Tecnología decae a partir de los 15 años, según un estudio de Microsoft. ¿Por qué? ¿Cómo podemos tratar de solucionarlo?

A los 11 años, las niñas muestran un interés equiparable al de sus compañeros por la Ciencia y la Tecnología. Sin embargo, éste se reduce significativamente a partir de los 15 años. Éstos son los datos que ofrece un reciente estudio de Microsoft, elaborado entre adolescentes europeas.

Del informe se extrae una conclusión clara: hay una ventana de cuatro años en la que la escuela, la familia y las entidades de estos ámbitos deberían centrar sus esfuerzos para frenar la brecha de género en los estudios y profesiones STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, en sus siglas en inglés).

Así pues, la adolescencia es un momento clave para tratar reducir la brecha de género en estos segmentos, que debe ser un objetivo prioritario. En Europa, sólo uno de cada cinco graduados en STEM es una mujer. El informe PISA de la OCDE señala que los chicos son mucho más proclives a imaginarse como tecnólogos, ingenieros o científicos al preguntarlos por su futuro profesional.

Esto supone un problema para la competitividad. En España, apenas el 30% de los trabajos del sector tecnológico son desempeñados por mujeres, según las estimaciones de Tecnoempleo.com. Y la Comisión Europea ha alertado de que en 2020 existirán 900.000 empleos sin cubrir en el campo de la tecnología. No podemos permitirnos el lujo de desaprovechar el talento femenino. Según la Comisión Europea, la paridad de hombres y mujeres en la industria digital permitiría elevar el PIB de la UE en unos 9.000 millones de euros anuales.

¿Pero por qué pierden el interés las niñas en la Ciencia y la Tecnología? El estudio señala la falta de modelos femeninos en este ámbito, pues tres de cada cuatro niñas piensan en un hombre cuando se les pide que visualicen a una persona que trabaje en este campo. Incluso a edades tempranas, son conscientes de la brecha de género en la industria de la Ciencia y la Tecnología, algo que las preocupa y desanima a la hora de plantearse su carrera profesional.

Por este motivo, los profesores deberían hacer especial hincapié el papel de las mujeres la Ciencia y la Tecnología. Además, habría que facilitar el contacto directo de las niñas con el entorno científico-técnico y con mujeres que trabajan en él, mediante visitas a laboratorios de investigación o empresas del ámbito de la tecnología. Además, el informe indica que la autoestima de las niñas se ve muy reforzada cuando profesores y compañeros de clase reconocen sus habilidades en Ciencia y Tecnología de manera abierta. Este reconocimiento les hace sentirse aceptadas y valoradas.

Por otra parte, cabe resaltar que las adolescentes interesadas por la Ciencia y la Tecnología están seguras de sus capacidades, aunque prefieren evitar el protagonismo en clase y mantienen un perfil bajo en el aula cuando se tratan temas científico-técnicos. Y rechazan la afirmación de que los niños tienen una mayor capacidad natural o mejores habilidades en este campo. Además, creen que su generación será la primera en la que las mujeres conseguirán un trato igualitario en todas las áreas.

En este contexto, coincidiendo con la celebración del Girls in ICT Day (Día de las Niñas y la Tecnología) en todo el mundo, varias empresas y organizaciones (Microsoft, Asus, Lenovo, Fundación Junior Achievement, Conmasfuturo.com, Sigesa y Big Van Científicos sobre Ruedas) se sumaron esta semana a la iniciativa ‘Construyendo el Futuro / MakeWhatsNext’, con el objetivo de fomentar el interés de las niñas y las adolescentes por los estudios STEM.