Alan Turing, pionero de la computación y la codificación, indultado de su condena por homosexualidad en 1952

El mundo sería hoy otro sin la contribución de Alan Turing a las matemáticas, la computación y la descodificación pues facilitó desentrañar los códigos de comunicación nazis durante la II Guerra Mundial, ayudando a la victoria de los Aliados. Algunos de sus frutos sólo se hicieron públicos el pasado año, ampliando su grandeza más allá de la derrota a la invencible máquina Enigma que empleaban los submarinos nazis para dominar el Atlántico.

Turing murió en 1954 pero no como un héroe sino arrastrando la vergüenza de una condena por homosexualidad, lo que le llevó a suicidarse ingiriendo cianuro aunque hay quien mantiene que en realidad no fue un suicidio sino un accidente. Hoy mismo se hace efectivo este perdón realque al cabo de las décadas trata de rehabilitar la figura de Alan Turing aunque no todos están tan de acuerdo con este gesto.

Por ejemplo el célebre inventor del Spectrum, Sir Clive Sinclair opina que “es un gesto ridículo y sin sentido, después de tantos años desde que falleció… lo hecho, hecho está“, criticando lo que entiende como una pose artificiosa para tratar de corregir a destiempo un trato injusto a quien considera un gran hombre.

La decisión ha servido además para impulsar un movimiento que pide un perdón similar para otros condenados por el mismo motivo en el Reino Unido a mediados del siglo pasado. Hasta 50.000 personas fueron condenadas por indecencia, lo que etiquetaba conductas como practicar actos sexuales consentidos entre hombres.

El próximo año está previsto el estreno de una película protagonizada por Benedict Cumberbatch (“Sherlock”, “El quinto poder”) sobre el periodo de la vida de Turing en que su labor en Bletchley Park ayudó a vencer la indescifrable máquina Enigma.

vINQulo

BBC