Amazon Web Services abraza también la filosofía low cost

Un nuevo servicio centrado en el bajo coste es la baza del gigante para competir con Oracle, IBM y HP.

El gigante de ventas online, Amazon, es mucho más que eso. Una importante porción de su negocio está centrada en soluciones de almacenamiento. Pero Amazon Web Services (AWS) tiene una ambición: quiere competir con los primeras espadas de la industria. Oracle, HP, IBM.

Andy Jassy, el máximo responsable de la división, habló sobre un nuevo modelo de pago para llegar a esa primera liga. “Los clientes están cansados”, dijo ante 6.000 asistentes en la primera conferencia de AWS en Las Vegas, de los modelos de pago de “el viejo mundo de la tecnología”.

Y Amazon quiere llevar la filosofía low cost a lo más alto. Concretamente hasta la nube. Estas intenciones ya públicas, han afectado ya a sus competidores. Es el caso de Teradata, cuyas acciones han caído un 3,7% en bolsa inmediatamente después de conocerse la noticia.

AWS ha sido hasta ahora la elección idónea para start-ups que buscaban servicios baratos y fáciles de usar. Las grandes empresas no han dado el paso a la oferta de Amazon; no han querido hasta el momento confiar aplicaciones críticas a la nube de Jeff Bezos.

Pero esto va a cambiar, dice Jassy. “La pregunta no es si migrarán, la pregunta es cuán rápido ocurrirá y quiénes serán los primeros”, asevera según declaraciones que recoge Reuters.

Para ello Amazon ha creado Redshift, un nuevo servicio que lanzará en 2013 para pequeñas y grandes empresas. El precio será de 1.000 dólares por terabyte anual para las compañías que se queden en su nube durante un largo período.

El precio medio de la industria es de 19.000 y 25.000 dólares por terabyte anuales.

Se desconocen los márgenes de beneficio que este nuevo modelo dará a Amazon, ni los detalles financieros tras Redshift.

Habrá que esperar a mediados de 2013 para observar el éxito de esta propuesta. La nube de Amazon ha estado en varias ocasiones en el punto de mira por problemas técnicos y apagones que dejaron sin servicio a compañías como Twitter o Pinterest. Tormentas eléctricas o fallos en el sistema son los fantasmas a los que se enfrentan la firma y sus potenciales clientes.