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Eso sí, el acabado del teléfono es francamente bueno y su carcasa de acero inoxidable tiene un aspecto imponente y sólido. De momento sólo se me ha caído una vez, pero soy incapaz de decir dónde se dio al caer, puesto que aparentemente no se ha hecho ni un rasguño. La distribución de los botones es cómoda, exceptuando la tecla de menú, en el lateral derecho, y la de volumen, en el izquierdo, que son funciones que para mí podrían haber compartido con otros botones aunque tal vez sea cuestión de acostumbrarse.

La calidad del sonido del N91 es muy buena en conversación, aunque alguna que otra rarísima vez el sonido se corta, como en todos los demás. Si le enchufas unos auriculares, que como hemos dicho antes son de tamaño estándar de 3.5 milímetros, el sonido de la llamada es extremadamente bueno. También funciona muy bien como manos libres porque incluso usando unos auriculares sin micrófono, no es necesario tener la boca pegada al teléfono para que tu interlocutor te oiga perfectamente. Vuelvo a hacer hincapié en el hecho de que la entrada de auriculares sea estándar, lo que ahorra tener que llevar varios pares si vamos de viaje con unos cuantos gadgets multimedia. Además, hay otra novedad interesante: la entrada de auriculares está en la parte superior, un sencillo detalle que hace que este teléfono gane mucho en comodidad.

La característica que más destaca en este N91 son sus 4 Gbytes de capacidad para almacenar datos. No es ningún secreto que Nokia quiere que los llenes de música y para ello ha incluido en este modelo un teclado dedicado para las funciones musicales, que se maneja sin abrir el teléfono. Desde luego, el sistema de control no es del iPod, pero es de lo mejor que he visto. De hecho, el resultado final es que efectivamente parece que es un candidato serio a ser un competidor serio del reproductor de Apple, más que el Sony Ericsson 900i y por supuesto mucho más que el Motorola ROKR (nota del editor: querrás decir «mucho más que esa broma pesada y absurda que a algunos les gusta llamar Motorola ROKR). Para mí, la calidad de sonido de este N91 es buena, comparable o incluso superior a la de un iPod 4G. La forma de transferir música es mucho más sencilla que con iTunes: basta conectar el teléfono al cable mini USB estándar incluido y arrastrar las canciones hasta la carpeta “My Music” (nota del editor: hombre, pues mi iTunes sincroniza automáticamente al conectar el iPod, no hay que arrastrar nada, así que tú verás – Nota-respuesta del redactor: como apuntan en los comentarios, es posible sincronizar el N91 con el Reproductor de Windows Media). Si las etiquetas de los archivos están completas, el software del teléfono organizará la librería musical por Listas, Artistas, Álbumes, Géneros o Compositores. Hay un pequeño retardo al pasar de una canción a otra, pero no es nada que moleste. Eso sí, al hacer una fotografía se interrumpe la reproducción durante una décima de segundo y se interrumpe por completo al grabar vídeo, lo que hasta cierto punto es lógico.

Con el teléfono viene un kit para escuchar la radio en el móvil, un engorro porque tenía que haber venido integrada mando a distancia para la radio y la música. La radio viene integrada en el móvil, aunque es necesario conectarle unos auriculares estándar para que hagan de antena (gracias, owatona). También vienen unos auriculares, que, al igual que los del iPod, son para probarlos una vez y volver a meterlos en la caja. Mis humildes auriculares in-ear AKG de 20 euros tienen una calidad de sonido que está a años luz de los de Nokia.

Al deslizar hacia abajo el teclado musical del N91 sale el clásico teclado numérico para marcar, con unas teclas que a simple vista parecen diminutas pero que son sorprendentemente cómodas. Yo diría incluso que son bastante más cómodas que las del Nokia 3230, que cuenta con un teclado mucho más grade. De todas formas, en circunstancias normales no tendrás que usar el teclado numérico ya que incluye un sistema de reconocimiento de voz que parece bien entrenado en castellano. Sólo tienes que pulsar durante unos segundos una tecla de función y luego decir el nombre del contacto en el micrófono del teléfono, que reconocerá tu voz a la perfección aunque no lo hayas grabado antes. Esta función me ha dejado realmente sorprendido, ya que no esperaba que un gadget en apariencia tan poco potente como un móvil tuviese implementada de manera tan perfecta una función de reconocimiento de voz.

La agenda y organizador personal es la misma que la de versiones anteriores del sistema Symbian, lo que no es poco. Cumple a la perfección las necesidades de cualquier persona normal e incluso cualquier redactor de Gizmodo. Una de las cosas que se han hecho muy bien en este teléfono ha sido hacer que aparezcan en pantalla las próximas entradas de la agenda, lo que impide que se te olviden tus citas aunque no te acuerdes de abrir la aplicación. Ya van dos cacharros que puedo dejar en casa: el iPod y la Palm.

Al conectar el N91 a un ordenador con Windows XP SP2 el terminal es reconocido automáticamente por el sistema y es posible usarlo como disco duro portátil y transferirle música hacia y desde el teléfono. La velocidad de transferencia es decente aunque no espectacular. Vuelvo a aplaudir la decisión de Nokia de usar una entrada USB estándar en este modelo que hace que pueda usar el cable de mi cámara digital y que no necesite treinta puertos USB disponibles en mi ordenador ni ir enchufando y desenchufando cachivaches. Tampoco es necesario usar el software PC Suite para transferir fotos ni vídeos al ordenador.

Y hablando de fotos, el N91 incluye una cámara de fotos de 2 Mpixel, lo que no es una maravilla, pero si me pongo a pensar, es lo que tenía mi primera cámara digital. No hace fotografías para presentar a un concurso pero por primera vez puedo hablar de que tengo una cámara de fotos en el teléfono. Incluso podría servirte de cámara de repuesto, como se puede ver en el ejemplo [Flickr] de una fotografía hecha con un N91 a máxima resolución. La cámara de vídeo, por su parte, es de lo mejor que he visto en telefonía móvil. Esto quiere decir que, si bien aún no puedes hacer un cortometraje con ella, al menos es una cámara que graba vídeo real y no fotos a intervalos de un segundo. Podéis ver aquí un ejemplo y otro más [Youtube] de los vídeos que se pueden grabar con este terminal.

En cuanto a la duración de la batería, cumple. Yo no he tenido que recargarlo en dos días hablando, usando la cámara de vídeo, de fotos, la radio y la reproducción de música durante horas.

Conclusiones

Lo bueno:

– Un buen teléfono con una calidad de sonido en conversación excepcional.
– Literalmente decenas de funciones útiles.
– Buena cámara de fotos.
– Vídeo de verdad, aunque de escasa calidad.
– 4 Gbytes de disco duro para usar como espacio para MP3 o almacenamiento masivo.
– Entradas USB y auriculares estándar.
– Calidad de sonido para radio y MP3 excelente.
– Compatible con varios formatos de audio y vídeo, como MPEG, H.263, MP3, AAC, WAV, Real Audio, etc.
– Teclas dedicadas para la música.
-Radio integrada en el terminal.

Lo malo:

– Grande, pesado y caro.
– Grandísimo, pesadísimo y carísimo.
– El sistema operativo es algo lento en ocasiones.
– La radio no está integrada, sino que hay que añadirle un gadget, incluido en el paquete.

En resumidas cuentas, el N91 es un teléfono muy bueno, al que es difícil encontrarle un gran defecto, si obviamos su precio, que es fácilmente justificable por sus prestaciones y capacidad de almacenamiento. No obstante, este no es un teléfono para todo el mundo, pero con seguridad lo disfrutarán los fanáticos de las nuevas tecnologías en telefonía móvil, aunque los que realmente quieran estar a la última tal vez deban esperar al N93, que está a punto de salir.