Analizar para descubrir: el valor de dar luz al lado oculto de los datos

Ante un fraude como el Madoff empresarios, banqueros y personas en general afectadas se preguntan si un mayor control habría permitido destapar el engaño antes de causar tantos estragos. “Pero ¿cómo?”, continuarían planteándose en su diatriba interna. “Si ya existen controles exhaustivos de la información”, podrían añadir.
Bien, la capacidad de analizar el pasado y predecir posibles comportamientos futuros se encuentra en los datos. Pero la llave que permite abrir el universo de lo desconocido es el cruce de estos millones de datos entre sí. “Pero son tantos, tan diversos y provienen de tan distintos lugares que llegar a conclusiones claras sobre los hechos es muy complejo”, podrían continuar argumentándose. Cierto, pero también lo es que la tecnología está de nuestro lado.
Actualmente, el análisis dinámico de datos permite descubrir las relaciones complejas que se establecen entre los mismo. Aún hablando de millones de registros. Por ejemplo, imaginemos que un banco o caja pone en marcha una campaña por la que, en función del índice de gasto con la tarjeta X, se ofrezca la apertura de un plan de pensiones con ventajas muy superiores a las que ofrece el mercado.
Y que con los 100 primeros euros de gasto en cada compra realizada con la tarjeta X, el número de puntos obtenidos se duplique. Imaginemos que hay personas que comienzan a gastar en tramos de 100 euros en 100 euros, con una diferencia de minutos dentro de la misma tienda. Y que esta práctica la aplican en diferentes tiendas, de distintas zonas del territorio nacional.


En principio, lo que era una compra en términos habituales se acaba definiendo como una alerta ante un posible fraude, por parte del consumidor y también por parte de la tienda, que acepta la petición del cliente de fraccionar las comprar en tramos de 100 euros. Y es más, puede que esta práctica se esté llevando a cabo con las tarjetas de las parejas, que saben que es mayor la probabilidad de obtener una mejor contratación de otro plan si ya se es cliente de un plan de pensiones en la entidad financiera.
¿Cuál es el inicio de la madeja? Podría ser una simple pregunta como por ejemplo, a qué perfil de consumidor se ajusta un producto u otro. Quizás esa pregunta, en principio inocente y con un objetivo claro, podría llevar a destapar un fraude como el relatado en las líneas anteriores que, dependiendo de cuánto se tardara en descubrirlo podría estar valorado en millones de euros.
El tiempo empleado en conocer con certeza esta información depende de la tecnología en concreto que se utilice, pero también existe tecnología que responde en tiempo real a preguntas no planteadas previamente. ¿Esto qué significa? Que al plantear una pregunta y obtener una información de la que anteriormente no se disponía, de la misma manera que pudo suceder en la entidad financiera, surgen nuevas preguntas.
Y de estas nuevas preguntas, nacen nuevas respuestas, de modo que la madeja continúa deshaciéndose hasta que se desvela el enigma. Porque es posible disipar la incógnita a través de una consecución de preguntas ininterrumpidas, siempre que la tecnología lo permita.
El grial está más cerca de lo que parece, sólo hay que saber que existe y cómo llegar a él.