Apple: rival a batir, modelo a seguir

Ballmer, Surface, SmartGlass, Windows 8. Son las palabras que han recibido gran parte de la atención mediática en los últimos días. Ha sido una semana importante en Redmond: la presentación pública de su salto oficial a la movilidad, el segmento que definirá la industria de los próximos años.

Microsoft ha llegado para muchos, tarde a la fiesta. Con gigantes como Apple y Google devorando los trozos más grandes del pastel, se ha visto obligada a acelerar su estrategia y a buscar sus rasgos diferenciadores que le aseguren un buen funcionamiento en el mercado.

También ha tenido que mirar alrededor, a sus más firmes competidores, experimentados en la industria.

Puede que fuera resultado de esta observación la razón de ese halo de misterio del que se rodeó para anunciar la presentación de Surface, su tablet, al más puro estilo Apple. Los de Redmond optaron por mantener en vilo a la prensa, participando en ese juego del misterio que tanto gusta en Cupertino. Nadie conocía lo que iba a presentarse, ni un solo insider filtró información a la prensa.

Techcrunch atribuye este silencio a la organización horizontal de la firma, que se aleja de la vertical, la cual implica a mucha gente en el proceso de un lanzamiento de estas características.

¿Son tiempos difíciles para Microsoft?

La firma ha vuelto a dar un salto al hardware (otra vez). Ballmer, en la presentación de Surface, comenzó su intervención recordando su llegada a Microsoft. Fue en 1980, cuando el producto que mejor se vendía era SoftCard (que se usaba en el Apple II).

“Miremos atrás y veamos el rol de Microsoft en cuanto al hardware”, dijo Ballmer a los partners. Para los analistas de Bloomberg el salto al hardware es un intento desesperado por frenar al imparable Apple en este sector. Microsoft sólo ha acudido a la fabricación de hardware en tiempos difíciles.