Assasin’s Creed, o el escándalo DX10.1

Uno de los videojuegos más esperados de la temporada se ha convertido en motivo de discusión y polémica en todo tipo de medios y foros online: Assassin’s Creed apareció en la plataforma PC presumiendo de ser el pimer título que aprovechaba las ventajas de DirectX10.1 La más importante de esas ventajas era el aumento de rendimiento en el renderizado de efectos. Mientras que en DX10 este proceso conlleva dos pasadas, con DX10.1 sólo es necesaria una, lo que hacía que el juego – en su primera encarnación – fuese más rápido en las nuevas ATI Radeon HD 3000.

Sin embargo, comenzaron a aparecer problemas cuando uno jugaba con gráficas de NVIDIA, que no soportan DX10.1 y que por una mala implementación de Ubisoft provocó un serie de fallos inexplicables que presentaban errores en el reescalado en pantalla panorámica o cuelgues del juego de forma inesperada.

Eso provocó la aparición de un parche para el juego en el que Ubisoft anunciaba que se había eliminado el soporte para DX10.1, teóricamente para evitar esos problemas. A partir de aquí comenzaron a surgir los problemas, puesto que mientras que inicialmente NVIDIA había sido la perjudicada por la mala implementación de Ubisoft, ahora era AMD-ATI la perjudicada al perder esa ventaja competitiva. Algunos opinan que NVIDIA amenazó a Ubisoft con romper acuerdos comerciales si no solucionaba el problema, y según parece esas presiones han acabado con un parche muy dudoso que lo que hace es perjudicar, de nuevo, a los usuarios que han invertido su dinero en tarjetas con un soporte DX10.1 al que no le están sacando partido.

Obviamente NVIDIA niega esas sospechas, y realmente no creo que estas hayan existido, al menos en forma de la ruptura de acuerdos comerciales. El fabricante está en su derecho de protestar ante los fallos que el juego causaba en sus gráficas con soporte DX10, y es algo que UbiSoft debería haber resuelto sin eliminar el soporte DX10.1. Para mí, toda la responsabilidad es de Ubi, desde luego.

vINQulos

TGDaily