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El último en sumarse a la protesta ha sido el parlamento, tras recibir un requerimiento de la Comisión de Derechos Humanos y Minorías instándoles a tomar cartas en el asunto, dicho requerimiento será remitido a los Estados Unidos, sede de los servidores centrales de Google y Orkut.

Parece que todo surgió después de que Google se negase a facilitar los datos de unos usuarios de Orkut acusados de pornografía infantil y pedofilia, resulta irónico que a Google se le acuse en la UE por su política de privacidad y ahora ponga tantos impedimentos a la hora de proporcionar esos datos.

Esta petición surgió al ver los datos de un informe realizado a petición del congreso, que demostró que nada menos que 1.202 comunidades y 3.143 usuarios de Orkut estaban relacionados con pornografía infantil. La propia empresa eliminó a la mayoría de ellos, pero no facilitó ningún dato por el que poder enjuiciar a estos delincuentes, alegando aquella frase típica de que está sujeto a las leyes de los Estados Unidos de América.

Según asegura este documento Orkut es “el principal medio utilizado por brasileños para la distribución de fotos con escenas de sexo explícito con niños y adolescentes”, sin olvidar otro tipo de aberraciones como la discriminación racial, homofobia, neonazismo e incluso maltrato a animales.

No es el único caso similar al que se enfrenta Google, en Alemania el problema surge con YouTube. La televisión pública alemana ha realizado un reportaje sobre vídeos neonazis colgados en la web con más de un año de antigüedad y que no han sido borrados pese a fomentar claramente el odio racial, entre otras cosas… y haber recibido quejas del protector de la juventud en más de cien ocasiones.

vINQulos
EL PAÍS