Chrome prosigue su lucha contra las extensiones engañosas

A partir del 3 de septiembre ya no se podrán descargar extensiones para el navegador de Google desde las webs de los desarrolladores si éstas se vinculan a instalaciones de software no deseado.

Hace tiempo ya que Google se propuso atajar la distribución de extensiones malignas para su navegador Chrome con la implantación de medidas de seguridad más férreas.

Así, con el claro objetivo de reducir los problemas de seguridad a los que se podían enfrentar sus usuarios, la compañía de Mountain View impuso como obligación la descarga a través de la Chrome Web Store para este tipo de software.

Y ahora sigue dando pasitos hacia delante. Su siguiente decisión ha sido deshacerse de la práctica que permitía la instalación directa de extensiones por enlaces en las webs de los desarrolladores, que se encuentra activa desde 2011 y que dejará de aplicarse a partir del jueves día 3 de septiembre.

Al menos así será cuando se considere que dichas extensiones proceden de fuentes engañosas, como por ejemplo aquellas vinculadas a anuncios, provocando a la hora de la verdad la descarga de software no deseado.

Aunque Google no bloqueará su existencia, lo que sí hará es redirigir a una página con más detalles en la Chrome Web Store a los internautas que estén a punto de instalar esas extensiones.

De este modo se pretende darles más información para que ellos mismos decidan de manera más consciente si deben o no llevar a cabo la descarga.