Los ciberdelincuentes también hacen outsourcing

Enviar aquellos elementos del día a día empresarial que tienen costes muy elevados se han convertido en uno de los primeros en ser enviados a aquellos países donde la mano de obra más barata permite reducir el precio de realizar estas acciones.
Las empresas legítimas lo saben y las ilegítimas también: los cibercriminales han descubierto los encantos del outsourcing. Estudiantes y otros jóvenes trabajadores de países como India, Bangladesh o China trabajan por bajo coste resolviendo en largas jornadas captchas.
Los trabajadores ganan más realizando este trabajo de lo que podrían conseguir en otros puestos, como una granja, como explica uno de estos especialistas del captcha a The New York Times. Además, el único problema práctico de este trabajo es su monotonía y por tanto lo aburrido que resulta.
Al otro lado de esta industria están los spammers, que puede así difundir sus no muy legítimos mensajes sin que les frenen los habituales controles.