Coaching ejecutivo, en beneficio de las TIC

Es un hecho que en los tiempos actuales las empresas tecnológicas se focalizan en la consecución de los objetivos de su negocio y cada vez se exige que sea de una manera más eficaz, reduciendo costes y en unos plazos más cortos. Por otro lado, se puede constatar que estamos en un gran momento en cuanto al uso de las tecnologías que están marcando la innovación y la estrategia de las empresas de TIC.
Por ejemplo: la virtualización de los sistemas y el almacenamiento, las arquitecturas orientadas al servicio (SOA), sistemas de gestión de la información empresarial (GIE), el software de código abierto (Open Source), el cloud computing y las redes sociales. En este contexto, surge el coaching ejecutivo como herramienta de primer nivel para desarrollar y facilitar el desempeño de las personas y equipos de TIC.
Se entiende clave el papel que juegan los profesionales de TIC en este ecosistema. Es muy importante disponer de las personas y equipos de trabajo con la mejor capacidad de adaptación, mayores conocimientos técnicos y habilidades relacionales y directivas que les garantice tener éxito en su actividad. Por ello, hay que resaltar el crecimiento en 2009 de la demanda de servicios de coaching ejecutivo por parte de las empresas del sector de TIC. 
El coaching ejecutivo trabaja directamente en el desarrollo de habilidades. Una de estas habilidades es la adecuación del nivel de escucha. Desarrollarla tiene innumerables beneficios en los profesionales. Sirve por ejemplo, para identificar y atender las necesidades de un cliente en una especificación de requisitos para un proyecto, en la atención telefónica de los ingenieros de soporte en un CAU o en la resolución de conflictos entre colaboradores de un equipo de trabajo. En estos y otros casos, algunas de las habilidades básicas a desarrollar es la comunicación, la orientación al cliente y la orientación a resultados.
Para desarrollar éstas y otras competencias, las empresas de TIC están contratando talleres de aprendizaje de habilidades directivas basadas en técnicas de coaching. Este enfoque novedoso basa el aprendizaje en la propia persona, identificando su mejor estilo y cómo potenciarlo. No obstante, no todas las técnicas son aplicables a todas las personas.


En los procesos de coaching se aprende y se desarrollan habilidades como la comunicación, la gestión de equipos, el liderazgo, la motivación, la gestión de conflictos y la gestión del tiempo.
El perfil de los asistentes se corresponde con ingenieros, profesionales y consultores de TIC, jefes de proyecto, team leaders y managers. El objetivo es generar nuevos hábitos de comportamiento y, para ello, cada participante durante el taller aprende nuevas herramientas y establece un objetivo personal relacionado con un área de mejora. A partir de ahí, trabaja aprovechando sus puntos fuertes, elabora un plan de acción y, para el seguimiento de las tareas y actividades de su plan, realiza sesiones de coaching individual con un coach ejecutivo.
Los directivos de las empresas de TIC indican que con estos talleres se crea en las empresas una cultura de coaching ejecutivo que tiene innumerables beneficios: incrementa la satisfacción en el trabajo, la motivación, la colaboración, el trabajo en equipo y otros beneficios intangibles. Por tanto, debe integrarse con procesos internos como la formación y los planes de desarrollo profesional.
Los profesionales de TIC valoran muy positivamente el apoyo que les presta el coaching ejecutivo. Están habituados a trabajar en entornos de alta competitividad y con un alto nivel de exigencia. La criticidad de las aplicaciones supone que paradas no planificadas de los sistemas supongan importantes pérdidas a nivel económico, pérdidas de credibilidad para las empresas y, por tanto, dificultar el cumplimiento de los objetivos. La presión en las organizaciones baja como la espuma desde los niveles más altos de los organigramas hacia los puestos técnicos, que deben reestablecer el servicio en momentos de crisis en tiempo récord. El desarrollar y el trabajar el potencial de los profesionales y de los equipos de TIC permite abordar estas situaciones con mayor solvencia.
En cuanto a los directivos de TIC, éstos trabajan a través del coaching ejecutivo algunas competencias adicionales tales como el liderazgo, la gestión del talento y la visión estratégica empresarial, entre otros. En los procesos de coaching individual es habitual que se planteen trabajar objetivos centrados en cómo desarrollar su carrera profesional aplicándolo a un puesto superior, su sucesión (para empresas familiares), cómo abordar nuevas líneas de negocio o cómo ser más organizado. También es creciente la demanda de procesos basados en coaching de equipos para Comités de Dirección y equipos comerciales (que incluyen managers, account managers, preventas, administrativos y financieros).
En conclusión, podemos destacar que crear una cultura de coaching en las empresas de TIC beneficia al negocio. No se trata simplemente de formación, ni tampoco podría alcanzarse un resultado óptimo formando en coaching a todos los miembros de las organizaciones. El secreto está en seleccionar a la gente correcta e invertir en su desarrollo para hacer que el coaching se extienda en cascada a toda la organización.