Locura y sacos de dormir en las Apple Store de todo el mundo

Los fanboys japoneses han acampado durante días para hacerse con los nuevos terminales de la firma.

La historia no varía, sólo cambia de protagonistas. En las últimas horas se han puesto a la venta los nuevos terminales de Apple: el iPhone 5S y el colorido iPhone 5C.

Como es habitual, las Apple Stores de todo el mundo han sido el escenario de largas colas de fanboys ansiosos por hacerse con los primeros ejemplares. Los terminales se ponen a la venta en 11 regiones, entre los que se incluye por primera vez China.

Australia, Alemania, Canadá, China, Francia, Estados Unidos, Japón, Puerto Rico, Singapur, Reino Unido y Hong Kong abren las puertas de sus Apple Stores con dos nuevos dispositivos sobre las largas mesas.

De la ya tradicional pugna por ser el primero en adquirir el terminal ritual nacen decenas de historias.

Japón es probablemente una de las regiones donde mayor temperatura alcanza la fiebre de Apple. La admiración por la compañía de la manzana mordida y por su desaparecido líder ha sido visible en Ginza, distrito de Tokio, donde los japoneses han acampado frente a su Apple Store durante más de una semana. Han soportado las condiciones meteorológicas más adversas, viento, lluvia y una ola de calor.

Los iFans han exhibido todo tipo de atrezzo en las colas, visible en el especial de The Washington Post: figuras de Steve Jobs, gigantescos carteles de iPhones, camisetas con lemas.

El primero el adquirir el preciado terminal en Tokyo ha estado plantado frente a la tienda durante 10 días. Kazunori Sato ha recibido el primer iPhone vendido en la Apple Store de la ciudad de la mano del máximo responsable de NTT Docomo, principal operador del país.

El operador japonés incluirá en su portfolio al iPhone por primera vez, una noticia que han estado esperando los clientes durante mucho tiempo, asegura el presidente de la firma, Kaoru Kato, a The Wall Street Journal. “La batalla de verdad empieza ya”, ha declarado.

Las colas con acampadas incluidas se han repetido en Nueva York y en Frankfurt, aunque con menor énfasis. Los más ordenados, los fanboys de París, que han esperado pacientemente, sentados y en escrupuloso orden, la apertura de la tienda.