¿Cómo afectará el ‘ridesharing’ a la industria del automóvil?

¿Dejarán de comprar coches en el futuro los clientes de servicios que permiten compartir vehículo y viaje por carretera?

¿Cómo afectarán los servicios de ridesharing a la industria del automóvil? ¿Dejarán los clientes de plataformas como Uber de comprar coches? Esta duda es la que la consultora Strategy Analytics trata de resolver en un estudio en el que concluye que el uso compartido de vehículos o de viajes por carretera no tendría por qué frenar la intención futura de compra.

“La pregunta de cómo las opciones de transporte emergentes tipo ridesharing y car-sharing afectarán a las ventas de vehículos es muy compleja de responder”, señala Chris Schreiner, autor del informe de Strategy Analytics.

Hay “cuestiones de coste, conveniencia, usabilidad, privacidad, tipo de viaje y duración del viaje” que “influyen en las opciones de transporte”, enumera Schreiner, que añade que “no parece probable” que se vaya a producir un retraso en las próximas compras de vehículos por parte de “los usuarios frecuentes de ridesharing“.

Eso sí, “todavía es posible que puedan elegir un coche menos caro o de clase inferior”, matiza Chris Schreiner. “Alternativamente, pueden elegir reducir su flota de tres vehículos a dos”.

Y no se descarta del todo que la aparición de taxis autónomos y la mejora de los servicios alternativos de transporte, con precios más bajos y mayor disponibilidad, acaben impactando con el tiempo. Sin ir más lejos, los usuarios que no tienen hijos y son asiduos del ridesharing tienen menos probabilidades de comprar un coche que los usuarios con familia.

Strategy Annalytics considera que por ahora el ridesharing se está tomando más como un complemento al coche que ya se posee que como un sustituto. Y tanto en Europa como en Estados Unidos y China se habría comprobado que los actuales propietarios de vehículos han visto incrementadas las probabilidades de comprar otro coche en los próximos cinco años.