Cómo calentar el hogar con servidores cloud

Los pequeños centros de datos podrían tener una doble función: ejecutar servicios en la nube y traspasar su energía a edificios enteros, según un informe de Microsoft.

Microsoft Research pretende revolucionar el concepto de computación en la nube e incorporarlo al hogar, sugiriendo que los servidores cloud pueden actuar como un “horno de datos” capaz de calentar edificios. Estas calderas podrían ahorrar hasta 300 dólares anuales por servidor, de acuerdo a los cálculos de Microsoft, en comparación con los centros de datos convencionales.

Para ello, se propone romper el kit de IT en pequeños centros de datos con un número de CPUs variables, de entre 40 y 400, suficientes para proporcionar calefacción a una familia entera. Estos “no requerirían mayor mantenimiento físico que los hornos convencionales”, según los autores del estudio. De hecho, se sugiere reciclar los servidores más antiguos y manejarlos de forma remota.

    La energía derivada a calefacción anularía la huella de carbono de los servidores de datos
La energía derivada a calefacción anularía la huella de carbono de los servidores de datos

La ventaja derivaría de utilizar la red de banda ancha de la casa para conectarse con el resto de servicios cloud y suministrar máquinas virtuales para operaciones en Internet; mientras, el dueño de la casa adquiriría el producto como si fuese una caldera de calefacción central normal.

Debido a que el calor circularía sin costes de refrigeración añadidos, el “horno de datos” podría mejorar la eficiencia energética (PUE) de un centro de datos convencional. Además, el proveedor obtendría ingresos extra por parte del propietario de la casa, que paga por el calor consumido.

“En 2006, la industria de TI utilizó 61.000 millones de kWh, o el 3% del consumo total de energía, en los EE.UU”, relata el informe. “La calefacción del hogar por sí sola constituye el 6%, optimizando sólo la mitad”. Con la propuesta de Microsofr, “la industria de TI podría duplicar su tamaño sin aumentar sus emisiones de carbono o su carga en la red eléctrica y los sistemas de generación”.

El documento se refiere a tres modelos diferentes: uno de bajo coste que sólo proporciona energía con bajas temperaturas climáticas y cuando la calefacción de la casa está encendida, otro de bajo ancho de banda que opera durante todo el año a nivel vecinal, y un último respetuoso con el medio ambiente urbano y con mayor velocidad de datos.