E-Mail '¿Es la compra de un fabricante de móviles la solución para Microsoft?' To A Friend

Email a copy of '¿Es la compra de un fabricante de móviles la solución para Microsoft?' to a friend

* Campo requerido






Separe multiples entradas con una coma. Máximo 5 entradas.



Separe multiples entradas con una coma. Máximo 5 entradas.


Enviar verificación de imagen

Cargando ... Cargando ...
0

¿Qué le falta a Microsoft para triunfar en el negocio de la telefonía móvil? La firma tiene un sistema operativo enfocado a profesionales, Windows Mobile 6.5, un prometedor SO recién presentado y dirigido al usuario y una tienda de aplicaciones cada vez más completa. Pero no tiene un teléfono de su creación como Apple.
La compañía de Steve Ballmer siempre ha negado su interés en desarrollar en “Zune Phone” y ha mostrado su confianza en las alianzas con los partners fabricantes para extenderse en el negocio móvil, pero esto no parece haber sido suficiente. Muchos rumores y analistas apuntan a que Microsoft podría estar barajando la compra de una firma manufacturera de smarpthones para integrar completamente su sistema operativo y en el punto de mira podrían estar Nokia o Blackberry, según The Inquirer.
Las opciones son lógicas si se considera que ambas son las principales competidoras de Cupertino en el mercado y que son empresas productoras de teléfonos exclusivamente. A diferencia de LG, Samsung o Acer, no cuentan con otras áreas de negocio en el apartado de hardware.
“Para competir realmente en este negocio, necesitan entrar en el mundo del hardware, donde son capaces de controlar toda la experiencia del usuario”, señala Toan Tran, de Morningstar.
Microsoft cuenta con casi de 9.500 millones de dólares en efectivo y 26.700 para realizar inversiones a corto plazo y una adquisición de este tipo podría suponer una gran vuelta de tuerca en la industria de la movilidad RIM ha sido valorado por 39.00 millones y Nokia por 27.000. La compra de Yahoo! por 47.500 millones de dólares ya ha demostrado que el gigante tecnológico no tiene miedo a los grandes acuerdos.