Comunicarse durante el viaje, más fácil

El último domingo, en el autobús de línea regular entre Santiago de Compostela y Madrid, dos pasajeros averiguaban los resultados del partido de fútbol entre España y Alemania en su ordenador portátil gracias a la conexión wifi del autocar.
Las limitaciones en el uso de las tecnologías de comunicación en los medios de transporte tradicionales se reducen cada vez más y, lo que hace unos años parecía lejano e imposible, empieza a formar parte de los gestos cotidianos de viaje.
Las redes wifi están por todas partes y se convierten en un plus de calidad y confort por el que los ciudadanos están dispuestos a pagar.
Así, la clase Supra en las líneas regulares de larga distancia de Alsa no es sólo más rápida (y más cara) sino que también ofrece a sus viajeros un aumento de los servicios de comunicación. La red wifi está asegurada y posibilita a sus usuarios entretener las horas de viaje.
Renfe, por su parte, no ofrece este servicio más que en sus salas de espera para viajeros de clase preferente aunque, como adelantan fuentes de la empresa, “la compañía estudia la posibilidad de ofrecer nuevos servicios de Internet a bordo de los trenes”.
Aviación civil
Los medios de comunicación tradicionales han aprendido bien la lección. El ciudadano quiere comunicarse y aprovechar las horas muertas del trayecto.
La aviación civil, cuyas normas de uso de aparatos móviles como teléfonos y ordenadores son las más estrictas, planea por tanto abrir la mano y dejar entrar a las telecomunicaciones en sus trayectos.


Así, en un futuro próximo, el 90% de los pasajeros de las aerolíneas europeas podrán hablar por teléfono móvil desde los asientos de sus aviones, según las previsiones de la Comisión Europea
La institución comunitaria acaba de dar luz verde a la nueva normativa que permitirá el uso de teléfonos móviles en los aviones, con el objetivo de que antes de medio año el servicio se haya generalizado.
El precio de las llamadas (el tema más difícil) será dejado en manos de las propias compañías, que tendrán la potestad de fijar el sistema de cobro más adecuado
“Esperamos que los operadores sean transparentes e innovadores en sus ofertas de precios”, asegura la Comisaria europea de Telecomunicaciones, Viviane Reding, “ya que el éxito de este servicio depende de que los operadores no deban pagar una factura telefónica desorbitada”.
Casos prácticos
Las aerolíneas ya han cogido el guante de la invitación de Reding y han anunciado que incorporarán estos servicios.
La low cost Ryanair se ha convertido en una de las primeras en incluir las llamadas en vuelo. A partir del uno de julio, catorce de sus aviones permitirán llamar a precio de roamming, según anunciaba La Vanguardia. En menos de un año, la aerolínea irlandesa espera haber ampliado este servicio a 50 aeronaves.


Pero no es la única. Air France, por su parte, ya había iniciado el servicio de llamadas en vuelo en abril. Esta opción estará en pruebas hasta el mes de septiembre, cuando según los resultados de la prueba se decidirá si incluir o no este servicio en todos los vuelos de la compañía.
Además, las aerolíneas se plantean sacar el mayor partido al mercado de las telecomunicaciones, incluyendo entre sus ofertas la tarjeta de embarque vía mensaje al teléfono móvil.
EEUU también
Europa no es la única que aumenta la presencia de las telecomunicaciones en el  mercado del transporte. Así, en EEUU las compañías ya prueban los servicios de llamadas en el aire y de envío de las tarjetas de embarque a través de mensaje.
Aunque, buscando optimizar sus servicios y aumentar su peso en un mercado altamente competitivo, las aerolíneas estadounidenses empiezan a estudiar nuevas líneas de trabajo.
De este modo, la low cost Jet Blue Airways acaba de comprometerse con la distribuidora de internet Verizon para poder ofrecer conexión banda ancha a Internet durante el vuelo.