Con iLife, Apple nos ha vendido gato por liebre

Al parecer, el editor de vídeos que incluye la nueva suite de Apple es un desastre, según The New York Times. Las mejoras de iPhoto, iWeb y GarageBand son estupendas, pero a iMovie mejor hubiese sido que la dejaran como estaba.

La versión 8 no se parece en nada a sus antecesoras, ni en código ni en diseño. El objetivo del nuevo iMovie era, según Apple, permitir la edición rápida de películas. Que dejase ver al usuario los diferentes fotogramas, aislar las partes interesantes y convertirlas rápidamente en una secuencia.

Pero es que todo eso ya lo hacía la versión 6. Y además, iMovie 6 permitía una edición más sofisticada, con herramientas propias de programas profesionales como Final Cut Pro, sin su coste ni su complejidad.

iMovie 8 ha suprimido todo esto. Debe ser el único del mercado sin línea de tiempo. No te permite ajustar los niveles de audio durante una escena, ni extraer el audio de un fotograma. El programa crea un fundido al final del audio-clip, pero no se puede controlar ni su duración ni su curva. La versión 8 tampoco acepta extensiones. No permite marcar los capítulos en el DVD. Los temas han desaparecido, y los efectos visuales. Ni siquiera puede convertir los antiguos proyectos iMovie para que sigan siendo operativos.

Apple justifica este desastre diciendo que es una aplicación 1.0 y que irán mejorándola con actualizaciones gratuitas. En el fondo, podría ser que Apple pensase que el antiguo iMovie se estaba haciendo demasiado poderoso y temiese que fuera a robar mercado a Final Cut.

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