“Controlar todos los procesos productivos nos permite abordar nichos de mercado donde no existe competencia”

Una tendencia que se está reafirmando poco a poco es que España tiene cada vez más peso dentro del sector tecnológico como fabricante de dispositivos. Lo logra en gran medida gracias a empresas como ImasD, con su apuesta por la innovación y su concepto de diseño, desarrollo y fabricación “made in Spain”. Al frente está Pedro Peláez, un hombre capaz de derrotar a la mismísima Apple.

Un pleito contra Apple les valió para darse a conocer a nivel mundial en el sector tecnológico, pero también les costó perder inversores y prácticamente dos años de trabajo. ImasD nació en mayo de 2012 de la refundación de Nuevas Tecnologías y Energías Catalá, la pequeña empresa española que fue capaz de derrotar al gigante de la manzana en los tribunales tras una demanda por plagio. Afincada en la localidad valenciana de Paterna, esta joven compañía se ha volcado en el diseño, desarrollo y fabricación de dispositivos con tecnología ARM con calidad, fiables, a precios accesibles, y con la marca distintiva de estar hechos en España.

Al mando de ImasD y su veintena de trabajadores está Pedro Peláez Catalá, un experto en programación y en administración de redes que tiene a sus espaldas más de quince años de experiencia en el mercado de la tecnología. Tiene el objetivo de convertir la compañía que fundó y que  dirige en una referencia del sector en España, pero siguiendo siempre la filosofía de generar riqueza a nivel local y nacional. Atiende a Silicon News en un momento de respiro dentro de su atareada jornada laboral.

– Antes de nada: ¿habéis tenido alguna noticia nueva desde Cupertino?

Ni la hemos tenido ni las esperamos. Ahora son ellos los que tienen que esperar noticias nuestras, eso sí, en forma de demanda.

– Aquel litigio con Apple sirvió para que os dierais a conocer al gran público, pero también os llevó a un refundación de la que salió la actual ImasD. Visto con perspectiva, ¿qué valoración sacas de aquel proceso?

Para nosotros resultó muy negativo en cuanto a que paró toda nuestra actividad, nos descapitalizó y nos impidió crecer tal y como teníamos planteado. No obstante creo que supimos llegar a la opinión pública y granjearnos la simpatía de un amplio sector de la población que supo valorar el esfuerzo que supuso para una empresa, en aquellos momentos minúscula, plantar cara a un gigante como Apple y, además, ganarle en su terreno: el de los tribunales. Creo que la gente nos apoyó porque el encontronazo con Apple nos dio pie a explicar cuál era nuestro proyecto de empresa, un proyecto sustentado en valores como la fabricación española y la consiguiente creación y mantenimiento del empleo, la apuesta por el pequeño comercio, el fomento de la I+D y el talento nacional…

– En un sector tan competitivo como el tecnológico, en el que muchas empresas trasladan su producción a China para abaratar costes, en ImasD habéis optado por diseñar, desarrollar y fabricar todos vuestros productos en España. ¿Es una decisión económicamente acertada?

Es una decisión acertada en todos los aspectos, y no solamente el económico. El controlar todos los procesos productivos nos permite abordar nichos de mercado donde no existe competencia porque nadie es capaz de hacer lo que nosotros hacemos. En estos momentos fabricamos bajo demanda y a precios asequibles a partir de muy pocas unidades, según las necesidades del cliente de perfil profesional. Esto ha supuesto tener que dedicarle mucho esfuerzo a la investigación y ha dado pie a proyectos como Click ARM cuya finalidad es cubrir todas las necesidades tanto de usuarios como de profesionales. Además, centrar nuestra producción en España nos ha permitido establecer colaboraciones con gente de mucho talento y preservar todo el conocimiento que hemos ido desarrollando. La producción en China es, de entrada, muy ventajosa económicamente y no solo por cuestión de salarios sino, también, por costes energéticos. Eso sí , tienes que limitarte a importar. Si “pegas el pelotazo” ganas mucho dinero pero no generas ningún valor. Sin embargo, si quieres crear, deslocalizar la producción es “pan para hoy y hambre para mañana” ya que entregas todo tu know how a gente que no va a tener ningún escrúpulo en copiarlo.

– Tenéis vuestra sede en Paterna (a 10 kilómetros de Valencia), y allí se realiza todo el proceso productivo. ¿Qué os aporta Valencia?

Valencia nos aporta la ventaja de trabajar en casa, con nuestra gente. Uno de nuestros principales problemas a la hora de fabricar en España es que todavía hay mucha gente que no se lo cree. El tener nuestra sede en Valencia donde colaboramos con un amplio tejido social, sobre todo en el sector educativo más cercano a la tecnología, nos permite abrir nuestra fábrica a colectivos que son testigos de nuestro trabajo y que pueden dar fe de que cumplimos con aquello que decimos. Ahora mismo hemos ralentizado el número de visitas porque hemos vuelto a ampliar nuestras instalaciones adquiriendo 600 metros cuadrados contiguos a la nave que ocupamos. En cuanto nos instalemos volveremos a programar visitas a nuestras instalaciones así como al resto de instalaciones del grupo que trabajan para Click ARM.

– Uno de vuestros objetivos es convertiros en una empresa de referencia a nivel nacional. ¿Qué os falta para lograrlo? ¿Y en cuánto tiempo crees que lo conseguiréis?

No somos los primeros, ni de lejos, en número de ventas o facturación. En ese aspecto nos queda mucho trayecto por recorrer aunque, con Click ARM, la cosa traza muy bien. Sin embargo nos hemos ganado el reconocimiento de mucha gente por nuestra apuesta por la investigación y fabricación nacional. Como te comentaba antes, nos queda “conquistar” a ese grupo de escépticos que no se lo creen. Sin embargo, en esta apuesta, nadie nos puede arrebatar el mérito de ser los primeros.

– ImasD es reconocida por sus propuestas de hardware modular. Vuestro último proyecto, “Click ARM”, ofrece a los posibles compradores configurar un tablet según sus necesidades. Es una idea innovadora y, a priori, atractiva para los usuarios. ¿Qué respuesta estáis obteniendo?

La respuesta está siendo muchísimo mejor de lo esperado. De hecho, ya estamos firmando contratos de producción para el sector profesional a cinco meses vista de empezar a fabricar. Garantizar de esta forma la producción supone acelerar nuestra incursión en una economía de escala que podría suponer una reducción significativa del precio de venta de Click ARM para el mercado de consumo. Además abrir el sistema para que cualquiera, con los conocimientos necesarios, pueda desarrollar (e incluso fabricar) su propio módulo Click ARM creo que ha sido una magnífica idea que generará comunidad alrededor del producto, al igual que el último modulo que hemos desarrollado y que hace compatible Click ARM con Arduino.

– Samsung os suministrará algunos elementos para la fabricación de estos dispositivos, como semiconductores y pantallas. ¿En qué está basada vuestra relación con la multinacional coreana?

La relación con la división Europea de Samsung viene de lejos. Aunque pueda parecer extraño, por tratarse de una gran multinacional, han sido los más accesibles y abiertos a la hora de prestar atención a lo que tan solo era un proyecto y a la hora de suministrarnos la información que necesitábamos para poder trabajar con sus procesadores.

– Buscáis llegar al pequeño consumidor, pero también ser proveedores de empresas, un mercado más profesional. ¿En vuestra hora de ruta están ambos objetivos al 50%?

No. Aunque de una manera menos visible, nuestro fuerte es el sector profesional, sobre todo el industrial, para el que mayoritariamente trabajamos. De hecho nuestro reto es trasladar nuestro éxito en este sector al mercado de consumo.

– Hasta ahora distribuís vuestros productos en más de 100 puntos venta por toda España. Tenéis una apuesta firme por el pequeño comercio, e intentáis evitar las grandes superficies. ¿No barajáis la idea de abrir tiendas propias?

La apertura de tiendas propias es algo que, de momento, no podemos plantearnos. Ahora estamos trabajando en dos líneas, para nosotros, fundamentales. En primer lugar en la internacionalización del producto. En segundo término, en aumentar nuestra red de puntos de venta y en dotarlos de las herramientas suficientes para que puedan gestionar parte del mercado de segunda mano que, sin duda, generará Click ARM. El que, por ejemplo, quiera aumentar la memoria de almacenamiento de su dispositivo y desprenderse de su antiguo módulo podrá contar con la ventaja de que un establecimiento autorizado certifique el buen funcionamiento del mismo o incluso pueda adquirirlo. Ese es el modelo que, además, trataremos de exportar de cara al mercado de consumo.

– Destacáis también por ser una empresa que realiza varias iniciativas solidarias y colabora desinteresadamente con varias instituciones (como la Asociación Valenciana de Esclerosis Lateral Amiotrófica). ¿Es la parte más gratificante de toda la vorágine que conlleva estar en el mercado tecnológico?

Concretamente la colaboración con está asociación fue puntual pero, a la vez, muy especial ya que fue la primera que realizamos y la que nos animó a abordar iniciativas de este tipo. Sabemos que el principal objetivo de una empresa es el de ganar dinero, pero estamos convencidos de que no debe ser el único. Una empresa hoy no puede dar la espalda a la situación que se vive en el entorno y, además, debe generar valor. Por eso, desde aquella primera colaboración, hemos estado abiertos a muchas otras y lo seguimos estando, siempre en la medida de nuestras posibilidades. Últimamente nos estamos volcando con la educación, la formación y la divulgación científica y tecnológica. Es el momento porque la educación y la I+D están abandonas. Y es un error del que nos arrepentiremos durante décadas. Por eso estamos estudiando la posibilidad de crear de un vivero de talentos porque generar oportunidades aquí es lo que realmente nos resulta más gratificante.