Cuando detrás de un ataque DDoS se encuentra una empresa rival

Un estudio de Kaspersky Lab desvela que el 12 % de las empresas sospecha de sus competidores como posibles promotores de ataques DDoS en su contra.

¿Quién se encuentra detrás de los ataques DDoS? O, más bien ¿quiénes creen las empresas que son los últimos responsables de este tipo de campañas que causan, entre otras cosas, la caída de sus páginas web? ¿Tienen alguna sospecha?

Según un estudio de Kaspersky Lab y B2B International, prácticamente la mitad de las compañías cree conocer a su autor.

La respuesta que más se repite, en un 28 % de los casos, es la de criminales que tienen por objetivo suspender las operaciones del negocio al que acribillan. De hecho, los ciberdelincuentes son nombrados más veces, cuando el ataque DDoS no es más que una maniobra de despiste para acometer otro tropelía (18 %) o cuando existe una petición de rescate de por medio (17 %).

Lo llamativo del informe es que casi 1 de cada 8 compañías llega a culpar a empresas rivales de haber causado la paralización de sus servicios. Hasta un 12 % de ellas considera que algún competidor puede ser el origen de este mal. Y si la pregunta se le hace a los miembros de la industria de servicios, el porcentaje sube diez puntos, al 38 %.

“Los ataques DDoS ya no consisten sólo en ciberdelincuentes que buscan detener las operaciones de una empresa”, comenta Evgeny Vigovsky, jefe de Kaspersky DDoS Protection.

“Las empresas se están convirtiendo en sospechosas entre sí y existe una preocupación real acerca de que muchas -incluidas las pymes- están siendo afectadas por tácticas deshonestas de sus competidores, que encargan ataques DDoS directamente contra ellas, dañando sus operaciones y su reputación”, añade Vigovsky.

“No importa la industria en la que operes”, continúa este experto, “tu organización tendrá competidores, así que lo inteligente es permanecer vigilante y entender completamente las consecuencias de un ataque DDoS en tu negocio”.

Además de cacos 2.0 y compañías rivales, también aparecen en la lista de posibles culpables los activistas políticos y actores gubernamentales o estatales, con un 11% y un 5% de los “votos”, respectivamente.