¿Cuánto cuesta la adicción al ancho de banda?

El profesor Tim Wu, co-autor del libro ¿Quién controla Internet?, advierte en el artículo que al igual que con la energía, el ancho de banda es un elemento esencial en la sociedad que vivimos y lo mismo que los recursos petrolíferos son controlados por un pequeño número de compañías lo mismo puede ocurrir con las comunicaciones.

En Estados Unidos y en la mayor parte del mundo, diversos monopolios controlan las “tuberías” que suministran la información a los hogares, manteniendo un control de precios y extrayendo el máximo beneficio, igual que lo hace la OPEP, fijando las cuotas de producción para garantizar un nivel elevado de precios.

Así como con el petróleo hay alternativas, ciudades como Amsterdam u otras del estado de Utah, están desplegando su propia red de fibra para llevar el ancho de banda como un servicio público, con posibilidades en el futuro para que los consumidores adquieran su propia red al igual que compraríamos un panel solar para el hogar.

Fomentar la competencia es otro de los caminos, aunque no es fácil por el monopolio existente y por el fracaso de alternativas como Internet sobre red eléctrica.

Tras los cables físicos nos encontramos las ondas, un recurso natural de enorme potencial, “pero sin explotar por una mala política gubernamental, con un sistema de control y mando dictatorial del espectro”, dice Wu.

En la sociedad de la información, el suministro y precio de la banda ancha es esencial para el conjunto de la economía, “por lo que es una necesidad enfrentarse con el problema y explorar todas las alternativas”, concluye el profesor.

vINQulos
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