Débiles ventas de Vodafone en toda Europa

Los resultados del tercer trimestre de la compañía empeoran en el continente, donde los clientes del norte se suman a los del sur en la reducción del uso de los teléfonos, forzando al grupo británico a reducir costes.

Los ingresos de Vodafone en Europa han sido peor de lo esperado en el tercer trimestre, finalizado a 31 de diciembre, con una caída del 2,6% frente al descenso del 1,4% que ya se había registrado en el trimestre anterior. La presión sobre el grupo empieza a ser fuerte en el viejo continente.

No obstante, sus acciones subieron un 2%, manteniendo las previsiones para el año y los analistas han apuntado que los resultados no han sido tan malos como algunos temían, según recoge Reuters.

Los márgenes de ganancias deberían mostrar una tendencia a la mejoría si la compañía continúa con la reestructuración de costes y programas de ahorro que ha iniciado. En el caso de la filial española esto ha supuesto la apertura de un proceso de regulación de empleo (ERE) cuyo cauce final aún está por ver.

El pasado mes de julio Vodafone España se fijaba como la unidad del grupo en Europa en la que más cayeron los ingresos. La filial recortó entonces su facturación un 10% debido a la imposición de tarifas más bajas y la crisis económica.

Ahora, el panorama empeora en Alemania y Gran Bretaña con recortes en paquetes de planes y precios, agravando los problemas actuales a los que se enfrentan todos los operadores en los grandes mercados del sur de Europa, como España e Italia, donde cada vez más clientes cancelan por completo sus contratos.

“Nuestros resultados siguen reflejando las condiciones de mercado tan difíciles ahora mismo en Europa”, ha manifestado Vittorio Colao, CEO de Vodafone. “Estamos haciendo frente a ello con acciones firmes encaminadas a la rentabilidad y continuaremos invirtiendo en áreas de gran potencial de crecimiento”.

El grupo también ha sufrido una desaceleración de su evolución en los mercados emergentes, como India.

En estos momentos, las empresas de telecomunicaciones de toda Europa se enfrentan a las presiones macroeconómicas al tiempo que necesitan construir redes que ofrezcan mayor velocidad para el acceso de los usuarios a Internet desde el móvil. Un escenario realmente complicado.