Dell, preocupado por el reciclaje de material informático

Preocupado por los efectos del cambio climático, el fabricante de ordenadores
Dell
ya ha puesto en marcha distintas iniciativas que van desde la creación de
una lista negra de proveedores contaminantes a su participación en un proyecto
para la producción de equipos con menos gasto energético. En esta misma línea,
la compañía ha dado un paso más y ha encargado un estudio a la consultora
IDC sobre la recuperación y el reciclaje de
material informático en más de mil empresas de Alemania, Canadá, Estados Unidos,
Francia y Gran Bretaña.

La cuestión principal es saber qué hacen las organizaciones con sus equipos
informáticos una vez que éstos se quedan obsoletos. La primera conclusión que se
extrae del informe es que sea cual sea la región del mundo a la que nos
refiramos, el recurso a una empresa externa está estrechamente relacionado con
el tamaño de la organización en cuestión.

De esta forma, el estudio afirma que un 39,3 por ciento de las empresas
británicas recurren a un tercero para la recuperación y el reciclaje, una cifra
muy similar a la de Francia (39 por ciento), que se sitúa algo por delante de
Estados Unidos (35,3 por ciento) y de Alemania (33 por ciento).

Sin embargo, esta simetría se rompe en lo que respecta a la motivación de las
compañías de distintas nacionalidades, si bien es la de “requerimiento legal”
la que prevalece. Así, un 80 por ciento de las firmas británicas sostienen su
voluntad de cumplir con la directiva europea WEEE, mientras que para los
estadounidenses, alemanes y canadienses prevalecen los problemas de seguridad de
los datos.

En este apartado, Francia se posiciona como una excepción, ya que en el país
vecino el 68 por ciento de las compañías alega en primer lugar su voluntad de
ser socialmente responsables, mientras que un 64 por ciento persigue con esta
medida reducir o contener sus costes -mediante la reventa de material?.
Finalmente, un 63 por ciento tiene como motivación cumplir la normativa
gubernamental referente a la eliminación de residuos electrónicos.

En consecuencia, Jean Cox-Kearns, director de reciclaje de Dell EMEA, afirma
que los servicios claves que deben ofrecer a las compañías a este respecto son
“la seguridad de datos, el retorno del valor, las consecuencias medioambientales
y la reputación de los socios”.

Sin embargo, éste no parece ser el único punto en el que el caso de Francia
conforma una excepción, ya que en el país galo sólo un 34 por ciento de las
compañías que han participado en el estudio afirman que recurrirán a un tercero
en los dos próximos años.

Paralelamente, a la hora de elegir un socio, las firmas francesas mantienen
como primer valor los criterios de fiabilidad medioambiental de la sociedad (en
el 69,2 por ciento de los casos), así como el coste de los servicios (66,7 por
ciento).

Por último, en lo que se refiere a los sectores empresariales que más
demandan la colaboración de una empresa especializada para este tipo de
reciclaje, destaca en primer lugar el de banca y finanzas (66,6 por ciento de
los casos), seguido del sector industrial (43,4 por ciento).

Dentro de cada empresa, incuso si el departamento de TI conserva en conjunto
un papel preponderante en la elección del prestatario de servicios de reciclaje
(al menos en el 78 por ciento de las organizaciones), el informe afirma que un
alto porcentaje de los directores generales de las mismas también se implica en
el proceso de selección (llegando a ser un 22 por ciento en el caso de Francia).
Por su parte, el departamento de finanzas cuenta igualmente con un peso
importante en la decisión final para casi el 40 por ciento de las compañías.

De nuevo en este punto Francia es una excepción, ya que la implicación tanto
de directores como de responsables de finanzas es netamente superior a la de sus
homólogos estadounidenses, donde son las compras y los servicios generales
quienes juegan un papel esencial.

La importancia del reciclaje

Preguntado sobre el porqué de la realización de un estudio de
estas características, Cox-Kearns responde que se trata, en primer lugar, “de
validar nuestra oferta y de asegurarnos que ofrecemos buenos servicios. Además,
buscamos comprender a las diferentes empresas. En Europa, por ejemplo, hemos
querido medir además el impacto del servicio. En último lugar, el objetivo es
ofrecer una solución completa”, explica el responsable de Dell.

De esta forma, la firma estadounidense quiere recordar que la
cuestión del reciclaje de materiales está presente en sus equipos desde el
momento del diseño de los productos, más modulares y con un consumo más
reducido.

Al mismo tiempo, Dell aprovecha la oportunidad para ofrecer
programas de gestión de activos bajo la forma de servicios integrados, con lo
que amplia su cartera.

En términos estratégicos, más allá del outsourcing ecológico, el reciclaje
impuesto por las legislaciones nacionales podría representar a partir de ahora
un criterio diferenciador. A este respecto, “la destrucción de datos es muy
importante. Invertimos en acuerdos para gestionar las licencias producidas y
disponemos de herramientas para destruir cualquier rastro”, concluye Cox-Kearns.

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