Los desafíos de seguridad que plantea el Open Data

Panda Security anima a ser “conscientes de que muchas de las actividades que llevamos a cabo, además de todo lo que compartimos en nuestras redes sociales, se está monitorizando”.

El Open Data es una tendencia a tener en cuenta junto al auge de fenómenos paralelos como el internet de las cosas o las ciudades inteligentes.

Y es que las denominadas smart cities ya están generando gran cantidad de datos abiertos gracias a sus redes de dispositivos conectados. Y sacándole valor. La compañía de seguridad española Panda Security explica que, “si se monitoriza correctamente los sensores que tiene” un determinado ayuntamiento “por la ciudad y se contrastan los datos con otros que ofrezca Google o Facebook sobre cuánta gente hay en un determinado lugar, se podrían reforzar los servicios de transporte público, ir previendo el aumento de barrenderos en la zona o, si se trata de un evento deportivo, saber cuándo aumentar las dotaciones de policía para evitar posibles altercados entre hinchas”.

A esto contribuye además la popularización de los smartphones y dispositivos informáticos como los wearables que la gente es capaz de llevar encima hasta convertirse “en verdaderos sensores en movimiento que muestran el pulso de una ciudad”.

En este sentido Hervé Lambert, Retail Global Consumer Operations Manager de Panda Security indica que “debemos ser muy conscientes de que muchas de las actividades que llevamos a cabo, además de todo lo que compartimos en nuestras redes sociales, se está monitorizando”. Aunque es “información muy bien cuidada y encriptada por todas las compañías que la manejan”, al final y al cabo “nuestros móviles están continuamente enviando datos para mostrar lo que hacemos”.

Y ahí surgen ciertos desafíos. Los expertos en seguridad alertan de que los ciberdelincuentes intentarán aprovecharse del internet de las cosas en su propio beneficio. Y a ello pueden contribuir malos usos de las aplicaciones móviles, los permisos otorgados o los niveles de privacidad con los que se comparten ciertas publicaciones online. Tanto usuarios como organismos públicos deben extremar precauciones en ciberseguridad.

Ésta no es la primera vez que se pone el acento en el tema de la seguridad y el Open Data. Por ejemplo, en un evento organizado hace algo más de un año por MBIT School ya se advertía de la necesidad de volver anónima la información más vulnerable y mantener en privado los datos aprovechables por los grupos terroristas.