El día Google

¿Se puede vivir un día en el universo de Google y sólo en el universo de Google desde el momento en el que se enciende el ordenador hasta el momento en el que se apaga? Sí, es posible, al 90% del uso total, mientras se espera a que aterrice el sistema operativo del buscador.
Mientras Google Chrome OS no es más que un anuncio y mientras Android está nominalmente en los netbooks pero no en la práctica, el usuario tendrá que contentarse con cualquier otro sistema operativo de una compañía que nada tenga que ver con Mountain View. Éste será el único escollo para vivir un día absolutamente Google… y completamente Google.
Una vez encendido el equipo, uno de los principales intereses de los usuarios… es comprobar su correo. En el día Google no hay más remedio que recurrir a Gmail, algo que ya hacen muchos usuarios. La oferta de correo del buscador es ya la tercera más popular de la red.
Si lo que, por contra, el usuario desea hacer es lanzarse a redactar un texto o utilizar cualquier herramienta ofimática no tiene que dejar tampoco el universo Google. La compañía ofrece Google Docs, al que la firma acaba de añadir la opción de traducción. Y para acceder, tanto a Gmail como a Docs, el internauta puede hacerlo… en Chrome, el navegador del buscador y que, aunque no ha conseguido desbancar a los grandes de la navegación, está intentando hacerse un hueco entre ellos.
Y, evidentemente, el internauta podrá recurrir a una de las principales herramientas de Google, su buscador, el comienzo del imperio TI que la empresa es hoy y que es la clave que explica su posición en el mercado. Desde su buscador, el usuario puede lanzarse a toda una serie de servicios que pueden resumir todas sus necesidades básicas de información. Google News le dará los últimos titulares. Google Maps le orientará en sus pesquisas geográficas. Google Books, el polémico servicio biblioteca, generará los textos que el consumidor pueda necesitar leer.  Si el usuario se encuentra con una información que no entiende… siempre podrá recurrir al traductor del buscador.
Tras las cosas útiles, el internauta no tiene que abandonar el universo Google para su ocio. Puede ver vídeos en YouTube, conocer qué hacen sus amigos en la red de blogs Blogspot o ver cuáles han sido sus últimos viajes en las fotos subidas a Picassa. Sin olvidarse de que puede contactar con ellos en tiempo real a través de las herramientas de chat de Google. Para organizar esta completa agenda… siempre puede echar mano de Calendar.
Después de un considerable tiempo de navegación… el usuario bien puede apagar su navegador y dejar el mundo Google, hasta que encienda su teléfono móvil y vuelva a conectarse al mundo de la compañía de la G gracias a Android o a todas las aplicaciones de Google para móvil.
Omnipresente
La compañía es cada vez más omnipresente, posicionándose en todas las necesidades que el usuario pueda tener en su día a día tecnológico. Además, la firma lanza de forma especial herramientas específicas para situaciones concretas que aumentan aún más si cabe su presencia en la vida ciudadana. La última, una aplicación que da la última información sobre la Gripe A, una de las obsesiones últimas de los ciudadanos.
Aunque Google es aún una de las empresas más amadas por los ciudadanos, ya se han levantado voces críticas contra la compañía. De hecho, ya existe un grupo en internet que invita a dejar atrás al buscador, el organismo Leave Google Behind (LGB) “LBG se mantiene por consumidores concienciados que se preocupan por la privacidad, la libertad y la elección de mercado”, aseguran. Su página está, obviamente, “libre de anuncios de Google, Google Analystics y gadgets y widgets de Google”. Evidentemente, el Page Rank les es indiferente.
“Cuantos más datos Google colecta de sus usuarios, más alto es el precio que puede pedir a los anunciantes”, asegura un especialista en protección de datos a la revista Spiegel, en un artículo en el que se cuestiona el uso que se puede hacer de los datos de Google Street View y sobre el peso de otras aplicaciones de Google.  Google debería ser investigada, alerta a la misma fuente Gerald Reischl autor de El engaño Google, uno de los libros más críticos con la compañía, ya que “opera de un modo inaceptablemente no transparente”.
Desde la compañía siempre se han defendido de las acusaciones sobre el uso que hacen de estos datos, explicando que respetan la privacidad del usuario.  Aunque tras la demanda de una pareja estadounidense, Google alertaba de que la “privacidad completa no existe“, la compañía es una de las firmas que apoya la creación de una ley en Estados Unidos sobre la materia. “Creando una red de trabajo uniforme para la privacidad, crearía niveles consistentes de privacidad de una jurisdicción a otra; y estableciendo penas para castigar y persuadir a los malos actores”, aseguraban entonces.