Duelo por el dominio del mercado de la tecnología

Inicialmente, Google y Microsoft tenían negocios bien diferenciados dentro del mundo de las TIC. La primera nació en 1998 como resultado de la tesis doctoral de dos estudiantes universitarios de la Universidad de Stamford que decidieron mejorar el sistema de búsquedas de Internet como trabajo final de sus estudios. La segunda compañía es más veterana y surgió en el año 1975 de la mano de Paul Allen y Bill Gates,  dedicándose en sus primeros años a la creación de diversos (y ahora rústicos) productos de software.

Ambos han conseguido tener una buena imagen entre los usuarios, de firmas responsables y comprometidas. Microsoft siempre ha sido más personalista, teniendo la figura de Bill Gates como un punto de referencia. Google, por su lado, ha centrado más la atención en sus servicios y no todo el mundo sería capaz de asociar a una persona concreta a esa marca, pero se ha convertido en el servicio más imprescindible de Internet.

Microsoft es el rey del software, mientras que Google es la gran referencia de Internet. Pero, a pesar de las diferencias, algo los une desde hace años, algo mucho más fuerte que sus características corporativas: su afán de conquista, sus ganas de dominar el mercado TIC.
Desde hace varios años, ambas compañías han protagonizado una batalla, que lejos de parecer que vaya a finalizar pronto, cada vez es más agresiva. Las dos empresas tienen una historia de expansión en el mercado, marcada por, en la mayoría de los casos, grandes éxitos en sus intromisiones en nuevos sectores. Como parte de esta batalla entre dos rivales, Google ha probado con el software (véase Chrome OS) y Microsoft se ha lanzado al mundo de las búsquedas online (véase Bing).

Ninguno de los dos ha conseguido, ni con mucho, superar al otro en su campo de dominio, pero si han conseguido algo muy importante: encontrar un hueco en dicho mercado.

Bing no es ni por asomo el mayor buscador. Aproximadamente, el 65% de los usuarios estadounidenses siguen usando Google (palabra que ya se ha convertido en un verbo en inglés, sustituyendo al término ‘buscar en Internet’). Pero la compañía dirigida por Steve Ballmer va subiendo posiciones haciendo perder la enorme cuota de mercado que Google poseía poco tiempo antes de la entrada de Microsoft en el sector de las búsquedas online. Hace unas semanas, en la víspera del 12 aniversario de Google, un informe de Nielsen hacía saber que la cuota de mercado de Bing había superado a la de Yahoo, la compañía que hasta este momento había sido el principal rival de Google en el mercado de búsquedas, con un 13,9%.


Conseguir desafiar a Google en su dominio del mercado de los buscadores era el propósito de la compañía dirigida por Steve Ballmer. Y lo está consiguiendo…. Pero Google busca otros métodos. Métodos que le han ayudado a que su último trimestre financiero, finalizado el pasado 30 de septiembre, fuera uno de los mejores de su historia. Uno de sus puntos fuertes de estos últimos resultados: Android, el Sistema Operativo para telefonía móvil, que ha conseguido una gran popularidad entre los consumidores, superando incluso a la Research Motion de Blacberry. Que tiemble Microsoft como a Google se le ocurra adaptar su SO a ordenadores (de forma más tangible que el hasta ahora sólo proyectado Chrome OS)… ¡quién sabe si peligraría así el reinado de Windows!

De hecho, Microsoft  ya se ha dado cuenta de la amenaza que supone para su dominio en software el gran crecimiento de Android y ha decidido intervenir, enfrentándose a Google de forma indirecta. Concretamente, la compañía de Redmond denunció hace un par de semanas a Motorola, frente a un Tribunal Federal en Washington por, según la compañía, violar nueve patentes de su propiedad en una gama de teléfonos que operan con Android, y es que las patentes violadas están relacionadas con las características que presenta el Sistema Operativo, como que se permitian “la sincronización de correo electrónico, calendarios y contactos, la anotación de reuniones y la activación de distintas notificaciones”.
 
De todos modos, aún no se sabe qué va a pasar con el dominio de Microsoft en el campo del software. Pero sí hay otro de sus mercados principales que se ha visto directamente amenazado. Google ha hecho ya sus pinitos en el mundo de Microsoft adentrándose en el mercado de navegadores con su Google Chrome. Al igual que en el sector de las búsquedas, no hay duda de quién es el que manda en este campo, pero Google ya ha tambaleado el trono de la empresa creada por Bill Gates, haciendo al navegador Explorer perder una gran cuota de mercado. Chrome, que se ha afianzado como el tercer navegador del mercado, ha conseguido algo muy importante: marcar tendencia. Con su diseño, mucho más sencillo que la complejidad que caracterizaba al Explorer en su últimas versiones, ha conseguido conquistar al público haciendo, así, que el navegador de Microsoft decidiera cambiar su estilo y asemejarse más al de Chrome.
La parte sucia de la batalla

Pero no nos engañemos. Simplemente las brillantes ideas y los productos novedosos no sirven para conquistar el territorio de los más grandes. Como en toda batalla, el juego sucio es necesario… y en esta, tan ambiciosa como cualquier otra a la que los relatos épicos nos tienen acostumbrados, no iba a ser menos.

En los últimos meses, ambas compañías, dos de las más populares del mercado TI, han usado otra bazas, mucho menos decentes que el mismo talento. Desde acusaciones mutuas infundadas o campañas de desprestigio  hasta acuerdos con otras de las grandes empresas de la competencia como Facebook o Yahoo.

Google, tras ser demandado por varias compañías tejanas por relegarlas a los bajos puestos en las búsquedas, anunció que Microsoft era quien estaba detrás de estas denuncias. También se ha sabido que tres de las compañías que han denunciado a Google en Europa, envolviendo a la empresa en otro escándalo más de los últimos que ha protagonizado, ante Competencia de la Unión Europea por no respetar el libre mercado, eran filiales de la empresa de Ballmer. A finales del verano, por su parte, Paul Allen denunció  a diversas empresas del sector, entre ellas a su rival de Palo Alto, por una  tecnología patentada por su firma Interval Research de forma irregular.

La última noticia al respecto ha sido la de la alianza entre Microsoft y Facebook para desafiar a Google, tras la cual, la gran red social de Mark Zuckerberg ayudará a la empresa de Redmond a personalizar los resultados de búsqueda de sus usuarios. La manera de personalizar estos resultados nos los podemos imaginar: Microsoft tendrá la oportunidad de acceder a cierta información pública de los usuarios, como incluir en la búsqueda páginas Web que los usuarios han marcado con el típico “me gusta” desde su perfil de Facebook.

¿Cuál será la próxima historieta de este culebrón? ¿Habrá una demanda de nuevo, demandas por parte de empresas asociadas, alguna acusación infundada o simplemente alguna alianza fuerte con otros grandes del sector? Ya veremos. Y seguro que dentro de poco.