El alto precio de las tecnologías inalámbricas en los switches de red

Aquellas organizaciones que estén planeando la implementación de infraestructura 802.11n deberían tener en cuenta el impacto en la estructura de los conmutadores Ethernet.

Las organizaciones con visión de futuro estarán planificando el despliegue de redes inalámbricas de alta velocidad 802.11n, aunque harían bien comenzando por redefinir la infraestructura de conmutación Ethernet.
eWeek, en un trabajo conjunto con Strategic Technology Analytics y Michael Fistler, al frente de la consultora de red e integración Network Authority, se han propuesto calcular el coste de una actualización de la estructura de conmutación de red al mismo tiempo que las compañías se interesan cada vez más en el despliegue de VOIP y 802.11n.

El estudio se ha realizado analizando los costes asociados con la actualización de la infraestructura de conmutación con equipamiento de dos de los líderes en esta área, Cisco y Extreme Networks.

Como escenario para los cálculos se usará un ejemplo de organización con un crecimiento moderado de sus usuarios. Partiendo de 2.500 en 2006 hasta 3.000 en 2008. Los grupos de trabajo se modelaron de modo que consistiesen de al menos 200 usuarios con una combinación de puestos PoE (Power Over Ethernet) y otros no alimentados.

eWeek ha analizado nueve arquitecturas de Cisco y tres de Extreme, con datos adicionales obtenidos a partir de los propios vendedores. Los precios se tomaron de las listas de precios disponibles públicamente.
La conclusión preliminar es que ninguna otra tecnología cruzada afecta la infraestructura de conmutación existente como 802.11n.

El estándar 802.11n genera un tráfico de nada menos que 248 Mbps de datos en bruto, suficientes para saturar los enlaces de 100 Mbps. Además. Los puntos de acceso 802..11n requieren de más de los 15,4W que los conmutadores POE pueden proporcionar a los dispositivos POE de Clase 3.
Para entender cómo los vendedores adaptarán sus infraestructuras de conmutación para compatibilizarlas con los dispositivos 802.11n y los POE, es útil mirar atrás y examinar los métodos empleados por los fabricantes durante los pasados tres años.

La configuración de Cisco

El análisis comienza con el Catalyst 6509-E de Cisco.
Se configuraron sendos conmutadores redundantes 6509-E. Cada uno está equipado con un módulo de administración Supervisor 720. La conexión entre conmutadores está resuelta mediante cuatro puertos Ethernet de 10 Gbps. La conexión para bajada de datos está resuelta mediante 48 puertos Gigabit Ethernet. Todos los conectores fueron suministrados y el softare está a cargo de Cat6000 IOS Advanced IP Services.

Las densidades de puertos en el 6509-E se mostraron insuficientes para satisfacer las necesidades del entorno de pruebas. Cuando se equipa con módulos de administración redundantes, el 6509-E proporciona 16 Gbps para conectividad Ethernet y 336 puertos POE de tipo 10/100/1000BaseT. El escenario planificado para las pruebas requería 384 puertos. El conmutador Cisco 6513 proporciona la escalabilidad necesaria, con 13 ranuras frente a las nueve del 6509-E. Pero a cambio es más caro y no es una elección frecuente en los despliegues de red.

Las indicaciones de Cisco apuntan a un solución menos cara, como el uso de un conmutador apilable como el 3750 para configuraciones POE 10/100 y el 3750G para configuraciones 10/100/1000.

El 3750 exhibe un precio notablemente más bajo que las configuraciones alternativas de Cisco, pero no reunía las condiciones exigidas en lo que a redundancia se refiere. El 3750 no es compatible con módulos supervisores redundantes, una característica de gran importancia en redes VoIP.

Otra aproximación es el uso de la serie 4500 de conmutadores pero en este caso no se podrían aprovechar los módulos de aplicación disponibles en la familia 6500. Este escenario también precisaría de espacios separados para los “blades” que conforman los conmutadores para las capas de acceso y “core”.