El antiguo jefe del MI5 (servicio secreto británico) afirma que dejar puertas traseras en el software de cifrado “no es la respuesta”

A partir del descubrimiento gracias al exanalista Edward Snowden del programa PRISM con el que la aAgencia de Seguridad Nacional estadounidense llevaba años espiando nuestras comunicaciones, se ha desatado una controversia sobre la necesidad de proteger la intimidad de mensajes, correos electrónicos y llamadas contrapuesta a la lucha contra el crimen de organismos de seguridad.

La revelación de aquellos datos supuso descubrir que grandes empresas como Apple o Google habían ido introduciendo paulatinamente medidas de cifrado que aseguraban la privacidad en las comunicaciones de sus usuarios hasta un nivel que impide por completo que las agencias de seguridad puedan acceder al contenido de dichas comunicaciones. No tardaron en salir dudas, siempre que se ha hablado de cifrado de información, sobre los fines (delictivos) que podrían encontrar quienes accediesen a este tipo de herramientas así que la propuesta era bien sencilla: añadir una “puerta trasera” dentro de las mismas para facilitar la tarea de los gobiernos que velan por nosotros.

Tampoco faltaron voces que precisamente argumentaban que dichas puertas traseras podían ser perjudiciales para la seguridad de quienes buscan proteger su intimidad y privacidad además de que no hay forma de garantizar que sola y únicamente las agencias de seguridad tendrían acceso a través de dichas puertas traseras. Nada ni nadie garantiza que sólo “los buenos” puedan tener ese acceso.

En este contexto Lord Evans, antiguo director general del MI5 entre 2005 y 2013, ha manifestado en una reciente entrevista que si bien el cifrado dificulta la labor de las agencias de seguridad añadir puertas traseras a las herramientas que facilitan esa protección sería casi peor al poder permitir que se aprovechen de ello actores diferentes (y probablemente con peores intenciones) que las propias agencias de seguridad e inteligencia.

Lord Evans reconoce que los actuales servicios de inteligencia sencillamente no fueron diseñados para tecnologías como las actuales.

vINQulo

Business Insider