El Atom triunfa

Las instalaciones de Intel en Santa Clara se encargan de analizar el buen estado de estos procesadores una vez salen de fábrica, pero por lo visto el proceso de validación y certificación es demasiado lento para el ritmo de producción de los Intel Atom. La empresa es capaz de obtener nada menos que 2.500 procesadores de una sola oblea de 300 mm, pero claro, esa ingente cantidad de procesadores deben ser validados antes de su distribución.

Intel podría dedicar otras ramas de validación a Atom, pero prefieren seguir con el esquema actual de forma que la validación de procesadores más caros también siga su curso, algo que está provocando un problema en la demanda de este procesador, que está siendo utilizado en la inmensa mayoría de netbooks del mercado actual.

viNQUlos

Ars Technica