El CEO de Red Hat explica la señal inequívoca del éxito de una compañía

Jim Whitehurst ha llevado a Red Hat a lo más alto bajo su liderazgo. Una curiosa anécdota le hizo comprender lo grande que es ahora su compañía.

Red Hat ha experimentado en los últimos dos años un espectacular crecimiento. El camino que le ha llevado a convertirse en la primera compañía Open Source de los 1.000 millones de dólares en ingresos ha sido al parecer, tranquilo.

Al menos para su CEO, Jim Whitehurst. En unas declaraciones a Business Insider compara la experiencia con la cocción de una rana.

“Si la cueces lentamente, nunca salta fuera”, explica con humor.

Lo cierto es que Red Hat es ahora una compañía de 5.000 empleados y se ha visto obligada a cambiar de oficinas; un paso necesario para ubicar a los más de 1.000 empleados que ha contratado sólo durante 2012.

Ha sido este el año en que la firma ha sufrido un crecimiento sin precedentes.

Si bien Whitehurst admite que le ha sido difícil darse cuenta de los grandes cambios acontecidos en los últimos meses, hay una curiosa anécdota que ha hecho a la rana saltar fuera de la cazuela.

Ocurrió cuando el ejecutivo esperaba fuera de las nuevas oficinas que Red Hat construye en Carolina del Norte para grabar un spot. Se extendió entre los empleados el falso –y ridículo- rumor de que el guardia de seguridad le negó la entrada al edificio y que éste le había despedido sin tapujos.

Dos años antes no hubiera ocurrido. Todos los empleados le conocían, al menos de vista.

Este ha sido para él, el signo definitivo de que han crecido. Y mucho.