El principio del fin de Nokia

Desde que los smartphones se convirtieron en la tendencia en telefonía móvil, Nokia empezó a tener problemas. La finlandesa se estaba quedando atrás ante el empuje de compañías como Apple, con su iPhone, o el ecosistema de firmas que se han lanzado a utilizar Android, el sistema operativo de Google, en sus terminales.

Cada día más completos, cada día más eficiente, cada día más atractivos físicamente: ¿qué podía hacer Nokia para frenar esta sangría?, se preguntaban analistas e inversores. La finesa anunció un acuerdo con Microsoft, para ser la gran fabricante de terminales Windows Phone, pero la reacción del mercado no fue muy optimista. ¿Era un movimiento desesperado?

Muchos son ya los que hablan del principio del fin de Nokia, de una sensación desesperada en la que muchas son las marcas que le comen terreno y donde los mercados en desarrollo y sus móviles baratos – que consiguen amplia cuota de mercado – se convierten en un importante puntal en los números de la compañía.

Las últimas noticias no son muy optimistas. ¿Está Nokia pasando por una mala racha o está en el punto de no retorno en su larga trayectoria empresarial? Torres más altas ya han caído antes.

Varias son las malas noticias que se han acumulado en la jornada de hoy para la firma. Para empezar. Nokia continúa con su campaña de cierre de sus sites de comercio electrónico. Tras el cierre en mayo de la tienda electrónica en varios países, entre ellos España, la finesa ha clausurado ahora los establecimientos electrónicos en Reino Unido y Estados Unidos. No serán las últimas.

Nokia está soltando lastre. Además de cerrar sus tiendas electrónicas, también ha vendido una de sus unidades. La compañía ha vendido a la británica Syncronica la unidad que ofrece a las operadoras servicios de email, mensajería instantánea y otros servicios de software, según recoge AllThingsDigital. Syncronica se quedará con unas cuantas patentes de Nokia y con bastantes contratos con operadoras de telefonía móvil.

A la firma además se le suma en la lista de malas decisiones su joint venture con Siemens, que no ha generado beneficios y que no podrá vender, según The Wall Street Journal, por la cantidad esperada. Nokia ha querido vender su participación en Nokia Siemens Networks por entre 1.000 y 2.000 millones de dólares, pero sin mucho éxito.

Las acciones de Nokia han bajado en lo que va de año un 45%, según números del Journal, y los analistas no son muy optimistas ante los pasos que está dando la compañía.

¿Será Nokia el próximo gigante en caer? ¿O tiene todavía su CEO, Stephen Elop, un as en la manga que no ha querido o sabido mostrar?