El resurgir de Motorola, pendiente de Moto X y un smartwatch

El fabricante norteamericano volverá a intentarlo en el mercado de los relojes inteligentes con un producto que ya ha sido bautizado como Moto xWatch.

Si el mercado de los smartwatches es uno de los que más potencial de crecimiento tiene dentro de la industria de dispositivos informáticos, según los analistas, ¿por qué no iban a subirse al carro todos los principales fabricantes?

MotorolanuevologoPero ya no sólo Apple, Microsoft, Samsung, LG o incluso Dell. También otros como Motorola quieren hacerse notar en este asunto de los relojes inteligentes.

O, más bien, la compañía norteamericana pretende mejorar sus aportaciones con un nuevo modelo. Y es que cabe recordar que Motorola era una de las pocas empresas junto con Sony que ya había sacado algún reloj de este tipo al mercado.

La diferencia radica en la actual situación económica y en el hecho de que su esperado resurgir podría depender enteramente de él y del smartphone Moto X, que tantos titulares ha acaparado durante los últimos meses y que probablemente verá la luz este jueves en un evento programado por sus responsables en Nueva York.

Este teléfono parece que vendrá en colores blanco y negro, lucirá una pantalla de 4,5 pulgadas, contará con funciones de reconocimiento de voz mejoradas y añadirá un sensor fotográfico de 10 MP, entre otras características.

Por su parte, Moto xWatch, que así se ha bautizado al próximo smartwatch de Motorola, tardará algo más en llegar.

El blogger Taylor Wimberly confirma que el proyecto es real, tal y como daba a entender hace unos días una oferta de trabajo para diseñar productos de wearable technology de la que se hizo eco TechRadar, pero que verá la luz más adelante y no formará parte del evento del día 31.

De hecho, su lanzamiento final podría depender del éxito (o la falta de él) del móvil Moto X. Y tampoco se descarta que xWatch sea, en realidad, la materialización del rumoreado reloj de Google ahora que Motorola es de su propiedad.

Más información en The Inquirer.