El “secuestro” de Windows XP para las administraciones públicas

Sí, aunque para muchos les pueda parecer que el tema de que Microsoft deje de ofrecer soporte y actualizaciones a Windows XP sea una tontería y que los que lo usen todavía tendrían simplemente que instalar un sistema operativo o actualizar su equipo, la realidad no es tan sencilla.

Ya en algunas empresas no puede hacerse debido a que existen incompatibilidades de software, pero el gran problema es el hardware específico y los complejos sistemas de redes en administraciones públicas, cuya actualización no resultara ni barata ni viable en algunos casos.

Hay que recordar que equipos carísimos de hardware que se utiliza en laboratorios y hospitales no puede cambiarse así como así, y también hay que tener en cuenta los complejos entramados de control energético, canalizaciones, transportes… Numerosos servicios en todo el mundo dependen de Windows XP, servicios cuya actualización costaría millones de euros y que quedarían vulnerables sin el soporte de Microsoft.

Ante esta situación Reino Unido ya ha decidido pagar a Microsoft 5,5 millones de libras para continuar dando soporte a las administraciones públicas británicas, tanto a Windows X como a Office 2003 y Exchange 2003. Lo mismo ha ocurrido con Holanda y probablemente veamos acuerdos similares surgir por todo el globo, más los que no se anuncien y cueste encontrar.

Este “secuestro colectivo” que, queramos o no, estamos sufriendo todos, es intolerable y debería acabarse con la liberación de código de Windows XP por parte de Microsoft, como obligación moral si no quieren seguir dando soporte, o el que se exija de una vez a las administraciones públicas que se usen únicamente sistemas operativos y software abierto, que no dejen a un país a merced de una compañía.

Lo peor es que a pesar de los años, la administración pública sigue utilizando sistemas propietarios, y no sólo en ordenadores sino también con bochornosos ejemplos, fijando iPhones e iPads como estándares, a pesar de su total falta de respeto a la universalidad y modularidad, y por tanto sin seguir ninguna razón lógica que no sea acuerdos comerciales o posibles lobbies. ¿Creéis que algún día los gobiernos empezarán a actuar de manera responsable y fijen el software abierto como algo imprescindible para el sector público?

vINQulos

ArsTechnica