El uso de la tecnología nos ha hecho adoptar nuevas posturas físicas y gestos

Desde deambular sin rumbo con el móvil pegado a la oreja describiendo círculos erráticos hasta acodarnos en la mesa con las manos juntas ante nuestro rostro mientras movemos frenéticamente los pulgares.

Hay toda una serie de nuevos comportamientos gestuales derivados de la generalización del uso, especialmente, de los teléfonos móviles y especialmente de los interfaces de usuario con pantalla táctil.

Gestos como variar la orientación de algo que tenemos en las manos o realizar repeticiones de pequeñas pulsaciones o arrastres de la yema del dedo son movimientos que nuestra especie no realizaba hace tan solo 7 años y que hoy realiza una gran parte de la población múltiples veces al día.

Estos curiosos rituales, que es como han titulado a su estudio, centran el trabajo de un equipo compuesto por Nicolas Nova, Katherine Miyake, Nancy Kwon y Walton Chiu, quienes han explorado las acciones físicas que se han convertido en hábitos cotidianos para muchos.

La postura de muñeca y dedos para manejar un mando a distancia, la inclinación de la cadera o el cuello para que un lector detecte un pase magnético, el vaivén repetido del ratón para “despertar” al ordenador o el golpeteo del mismo contra la alfombrilla cuando se le están agotando las pilas y no responde a la primera.

Estrategias inconsciente prefijadas, tics nerviosos, posturas de comodidad… todo un catálogo que revela peculiaridades en los hábitos de interacción que resultan de la adaptación que han efectuado (que hemos efectuado) los usuarios al manejo de nuevas tecnologías. Patrones que casi podrían pasar por “sortilegios” si adaptamos aquella famosa frase de Arthur C. Clarke que decía que cualquier tecnología lo suficientemente avanzada sería indistinguible de la magia.

vINQulo

Curious Rituals