El intercambio P2P divide Europa

El gobierno británico acaba de anunciar que no seguirá el modelo francés de tres avisos.
David Lammy, responsable ministro de Propiedad Intelectual de Reino Unido, ha manifestado que en principio no existirá regulación alguna para forzar a las operadoras a desconectar a sus clientes que utilicen las redes P2P para el intercambio de contenidos.
Las declaraciones de Lammy han sorprendido por la mano firme del país en cuanto a la piratería y porque un año atrás el Secretario de Cultura, Andy Burnham, afirmó que habría un “intento legislativo serio” para obligar a las empresas a cortar la conexión de los clientes que hicieran caso omiso de las advertencias de descargar material ilegal.
El ministro también destacó al diario The Times que existían cuestiones jurídicas muy complejas para una desconexión forzada, planteamientos que se contraponen con el BPI, el organismo que representa a la industria discográfica británica, el cual abogaba porque todos los operadores se inscribieran en la “política de tres pasos”.
Con el anuncio del Reino Unido se pone de manifiesto una Europa dividida, en este caso por la forma de considerar a los internautas que realicen descargas. Hace pocos días era Italia la que tomaba parte por un bando, posicionándose junto a Francia por el establecimiento de un modelo de bloqueo.
Por su parte, España está a la espera. Según ha declarado el presidente de la SGAE, Teddy Bautista, las entidades de gestión y los operadores con red propia estarían ultimando los detalles de un acuerdo para implantar en el país un modelo que imite al de sus vecinos franceses.