El obituario de Jobs tendrá que esperar

La vida y, sobre todo, la muerte de Steve Jobs son uno de los temas preferidos de la prensa especializada de medio mundo.
Tras reconocer el directivo y fundador de Apple que sufría un cáncer de especial gravedad, del que ya se ha recuperado, Jobs ha visto como los rumores sobre su salud se sucedían.
Y, si a principios de verano la compañía hizo público un informe sobre la salud de su CEO, ahora se ha visto obligada a desmentir que un ataque al corazón haya estado a punto de llevárselo a la tumba.
El portavoz de la compañía, Steve Dowling, ya ha confirmado que el rumor “no es verdad”, tal y como recoge Bloomberg. La información había partido de un blog asociado a la cadena CNN, lo que le había otorgado un halo de credibilidad.
La salud de Jobs repercute de forma directa en la cotización de las acciones de la compañía. Los inversores temen el vacío de poder que seguiría a la pérdida de Jobs y, cada vez que algún medio filtra la noticia de su muerte o cercano fallecimiento, Apple se desploma en Wall Street.
La última falsa muerte de Jobs llevó a las acciones de la compañía a perder un 3 por ciento menos, pérdidas que se suman a las ya vividas a principios de la pasada semana.
La revisión a la baja de la previsión de ganancias por el más que posible crack del modelo de negocio del gigante arrastró a la compañía a una debacle financiera.