El quad-core de Intel, a examen

El procesador es en realidad el resultado de unir dos dual-core en un mismo empaquetado, una técnica que lo engloba dentro de los denominados MCM (Multi Chip Module) y que es un primer paso hacia la integración de cuatro núcleos independientes, algo que por ejemplo AMD logrará con su plataforma 4×4.

Esa unión de dos núcleos dual-core hace que esta bestia tenga la increíble cifra de 582 millones de transistores, y tal y como comentan en THG, esto supone un factor crítico a la hora de conservar el socket LGA775. La propia superficie del die para la tecnología de fabricación actual hace imposible que Intel consiga integrar más de dos dual-core con su actual planteamiento, por lo que el paso a tecnologías de 45 nanometros parece obligado.

Las pruebas se realizaron gracias a una placa madre con un chipset i965, aunque obviamente el i975 también es válido . Las actualizaciones de la BIOS fueron necesarias para dar soporte a esos cuatro núcleos. El consumo no es excesivo teniendo en cuenta que estamos hablando de un micro con cuatro núcleos, y de hecho a máxima potencia consume lo mismo que el viejo Pentium EE 965, unos 260 W.

Y como era de esperar, los resultados de las pruebas dieron récords en varios apartados. Por ejemplo, el test CPU de 3DMark05 y en Sandra. En otras pruebas, como las realizadas con juegos (algunas no funcionaron) se vio un rendmiento superior, pero no tan espectacular. Sin embargo, y tal como apuntan en las conclusiones, el verdadero sentido de esta solución se ve en las pruebas con contenido de alta definición, donde el rendimiento casi se dobló con respecto a soluciones dual-core como el Intel X6800 Core 2 Extremen. La recomendación de THG es que si te dedicas a jugar, apuestes por los actuales Conroe y Merom, y solo acudas a la tienda a mediados de octubre (cuando aparecerán los micros) si lo tuyo es trabajar con vídeo de alta definición… o aquellos que tengan unas cuantas decenas de aplicaciones abiertas, claro.

vINQulos
Análisis en Tom’s Hardware Guide