El uso de soluciones interactivas en las aulas

Cuatro paredes, un profesor, una tiza, libros de texto deteriorados y pupitres pintarrajeados con jeroglíficos socio-históricos del calibre de “Manolito estuvo aquí”… ¿recuerdan cómo solían ser las aulas?
En la era de la educación digital los cuadernos interactivos reemplazan a los libros de texto, los compañeros pueden estar a miles de kilómetros a distancia y se puede conversar mediante videoconferencia gracias a la interfaz digital de la pizarra interactiva.
Los profesores imparten sus clases gracias a sistemas basados en respuesta del aprendizaje (learner response systems) y a lecciones audiovisuales. Así será el aula del futuro, o mejor dicho, del presente.

Algunos ven a estos entornos como una amenaza frente al aprendizaje tradicional, que sobredigitaliza el aula y limita el trato social, cuando la pizarra no sustituye sino que complementa a los métodos de enseñanza tradicionales.
Si lo pensamos bien, a nuestro alrededor tenemos la prueba de que vivimos en la era digital y de la modernidad y de que cada vez dependemos más de la tecnología. El mundo cada vez se mueve más rápido, y depende de los educadores actuales el preparar a la nueva generación para los desafíos a los que harán frente el día de mañana.
Los conocimientos informáticos y el aprendizaje de la tecnología son, de hecho, las aptitudes imprescindibles para el futuro.

Con todo el derecho del mundo, los niños se han convertido en los campeones de esta era digital muy habituados al uso de ordenadores, videoconsolas y otros elementos tecnológicos,  al vivir en un mundo de tres dimensiones con luces, movimiento e inmersos en una tecnología de ritmo acelerado.
Para llamar su atención, las aulas de dos dimensiones deben sufrir una revolución. Navegar por el Amazonas, escuchar un huracán, hablar con un poeta… las posibilidades del mundo de la educación se multiplican hasta el infinito gracias a esta solución educacional.


Como profesional y como madre de dos niños de primaria siempre me mantengo en contacto con profesores y padres de alumnos y es común a todos ellos la preocupación por la escasa presencia de elementos tecnológicos en el aula, Nuestros hijos crecen en mundo interactivo, digital, las aulas son para ellos un  ambiente desfasado que poco tiene que ver con el mundoactual”

Esta nueva forma de aprendizaje no sólo beneficia a los estudiantes, sino también a los educadores. Trabajos como el almacenamiento manual de las evaluaciones de los estudiantes o la recopilación de la información de cada lección se ven reducidos drásticamente gracias a las soluciones interactivas para las aulas.
Resulta fundamental constituir comunidades online de intercambio de información entre profesionales comprometidos con el uso de las soluciones interactivas, almacenes centrales en los que los profesores puedan encontrar lecciones gratuitas, inspiración interactiva e ideas para el uso de distintas tecnologías interactivas. De esta forma, el profesor dispondrá de más tiempo y recursos para invertirlos en desarrollar y evaluar las capacidades del alumno.

Otro avance que han traído consigo las soluciones interactivas es la posibilidad de proporcionar apoyo adicional a los estudiantes y en todos los niveles del sistema.
Desde siempre, los métodos de aprendizaje se han centrado en la capacidad de memorización, con los que aquellos con menor capacidad de atención o faltos de confianza en sí mismos han estado siempre en una tremenda desventaja. Un ejemplo de cómo el aprendizaje interactivo ha reducido este problema son los mandos de respuesta personalizada, sistemas personales de mano diseñados para animar a participar a todos los alumnos en la lección.

Las respuestas pueden ser anónimas, permitiendo sólo al profesor saber de quién es cada una y asegurando de esta forma que incluso el estudiante más inseguro tendrá voz y ayudará a saber al profesor dónde debe poner más énfasis durante sus lecciones.

El aprendizaje interactivo constituye una forma revolucionaria no sólo de potenciar el nivel de atención de los alumnos y la confianza en sí mismos, sino también de ayudar a aquellos con necesidades especiales, como es el caso de la dislexia.
La sociedad comienza a tomar conciencia de la importancia de la tecnología en el aula, como la Comunidad Autónoma de Madrid, comprometida con la implantación de las soluciones educativas interactivas a través de un Plan de Tecnologías en los centros escolares que dotará a los centros educativos de pizarras interactivas.

Las investigaciones no dejan de poner de manifiesto que cada alumno aprende y recuerda de forma totalmente distinta. Los sistemas de aprendizaje interactivos ofrecen un mundo de soluciones para todas estas variables de aprendizaje y para cada estudiante de forma individual, todos los días y cuando sea necesario. En todos los sentidos de la frase, el aprendizaje ya no volverá a ser el mismo.