Eligiendo opciones: ¿Cómo ayuda la tecnología en la toma de decisiones?

Planear las decisiones de negocio ayuda a los administradores y los ejecutivos de TI a tomar mejores decisiones comerciales cuando se enfrentan con múltiples opciones, argumentos y decisiones.

Proyectar las decisiones empresariales contribuye a sopesar diversas consideraciones cualitativas, mejorando la toma de decisiones y la colaboración. Tim van Gelder, colaborador del Knowledge Center, explica cómo la organización de la toma de decisiones empresariales mantiene bajo control la complejidad de las mismas, mediante el establecimiento de todas las opciones en un tipo de diagrama especial llamado mapa de decisión.

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Benjamin Franklin ofreció un famoso consejo sobre la toma de decisiones a su colega científico Joseph Priestley. Su consejo fue que tomase una hoja de papel, la dividiese en dos columnas, y anotase todas las ventajas de una determinada línea de acción en una columna, y las desventajas en la otra. Entonces, por eliminación de los elementos de una columna con los recogidos en la otra, evaluaría qué columna tenía más peso.

Simple pero potente, la Algebra Moral de Franklin sigue siendo pertinente hoy en día, cuando se deben tomar decisiones sobre negocios y TI en condiciones de gran incertidumbre y bajo la presión del tiempo. La investigación ha demostrado que estos métodos fiables producen mejores decisiones que la deliberación ordinaria y sin estructuración. Los principios básicos de Álgebra Moral de Franklin, combinados con el software de planeamiento de toma de decisiones de hoy en día, pueden mejorar la organización y acelerar las decisiones.

Asimismo, debemos reconocer que, en su forma clásica el asesoramiento de Franklin no puede hacer justicia a muchas decisiones de negocios. Evidentemente, Álgebra Moral encuadra el problema para llevar a cabo una determinada acción. Pero la mayoría de las decisiones no son sí o no, o ir o no ir. Por el contrario, la mayoría implican la elección entre una amplia gama de posibles acciones.

Por ejemplo, en el caso de una contratación, el problema de la decisión no es si se puede o no contratar a Jones, sino si contratamos a Jones, a Jiménez o a Jagonski. Para complicar más las cosas, las opciones pueden formar una especie de jerarquía. En un nivel, la decisión es si contratar a un contable o a un abogado tributario. En el nivel siguiente, si se contrata a un contable, ¿a cuál?

Otro problema es que el método se centra en sólo una parte del problema de decisión, que es cómo sopesar las diversas consideraciones. Pero en las decisiones de las empresas, gran parte del trabajo va a determinar la validez o la fuerza de estas consideraciones, en primer lugar. Una ventaja reclamada de contratar a un abogado de impuestos es que puede gestionar ciertas cuestiones difíciles que tienen que ver con complejas estructuras fiscales. Pero, ¿es esto realmente cierto? Tal vez los problemas son demasiado complejos para un abogado, y tendrá que obtenerse asesoramiento externo de todos modos.

Reconociendo que es necesario algo más que un simple enfoque a favor/en contra, muchos libros de texto, profesores y consultores prescriben algunas técnicas, por lo general, la metodología cuantitativa, o la teoría de la utilidad de atributos múltiples o los análisis de decisión. Estas, sin duda, tienen sus usos, pero la realidad es que la mayoría de los encargados de adoptar decisiones no utilizan estos métodos técnicos para la mayor parte de sus decisiones, incluso si se les enseña a utilizarlos en la escuela de negocios. Y no están siendo perezosos. A menudo, este tipo de complejas herramientas de análisis no tienen en cuenta la textura distintiva de las decisiones empresariales. Los problemas reales a menudo no se pueden reducir a números, algoritmos, y reglas de decisión.