Los empleados más sociables son los más productivos

Bank of America decidió impulsar las relaciones entre sus empleados y su productividad aumentó en un 10%.

El gigante financiero Bank of America decidió hacer un experimento entre sus equipos en los centros de llamadas; la idea era la de estudiar si importaba o no la presencia física de los equipos y, en consecuencia, si podía prescindir de unas oficinas dedicadas a ello.

Tras hacer un seguimiento a un porcentaje representativo de la plantilla (con sensores de movimiento y grabadoras de voz) la conclusión no daba lugar a dudas: los empleados que más interactuaban con sus compañeros eran los más productivos.

El banco pronto tomó medidas e impulsó los almuerzos en grupo. La productividad aumentó en un 10%, según indica el responsable de recursos humanos de la entidad a The Wall Street Journal.

Según explica el Journal cada vez son más las compañías que acuden a métodos similares para buscar las fórmulas de aumento de productividad. Sensores y tecnología Big Data facilitan la radiografía de los comportamientos de los empleados y la forma en que se relacionan entre sí.

Conociendo estas conductas de una forma objetiva (datos numéricos y anónimos) las empresas pueden estudiar las formas de aumentar la eficiencia de sus plantillas.

No están muy claros los límites legales de estas prácticas. Hay una delgada línea que separa la recopilación datos de un empleado a través de sensores y grabaciones y sus derechos relacionados con la intimidad y privacidad.

Sus defensores argumentan que no hay problema legal alguno mientras exista el consentimiento por parte del trabajador y mientras haya un cumplimiento del contrato comprendido entre ambas partes.